Ignacio Aguado abandona la política. El periodismo es decirle a la gente que no sabe quién es Ignacio Aguado que Ignacio Aguado abandona la política. Sí, sí, hagan memoria, salía mucho en los telediarios hace un tiempo. Aunque ya de todo hace mucho. El tiempo político nos devora y nos alcanza, deglute líderes y partidos, campa por sus irrespetos y vuela dejando pronto muy viejo lo nuevo. Ignacio Aguado fue vicepresidente de la Comunidad de Madrid con Ayuso y aparte de un cierto envaramiento y una aseada presencia no se le conoce mayor ingenio y sí cierta ambición. Ya no es nada. Ya no es nada en política, que la vida rueda. O sigue, como dice la mayoría. Se le han aguado los planes y da las gracias, como Platanito en Las Ventas, por la oportunidad que ha recibido. No ha resultado ser Churchill pero nos ha salido educado. Oportunidad de Albert Rivera, que lo impulsó. Arrimadas prefirió descabalgarlo y colocar a Edmundo Bal como número uno de Cs en las elecciones de Madrid. El resultado no está a la vista: no hay escaños. Aguado ha rechazado la petición de su partido de organizar la convención nacional. Este hombre está más para subirse al coche oficial que para andar pidiendo presupuestos en los salones de bodas y convenciones para ver a cuánto le sale un cónclave a Ciudadanos, que va a refundarse, una vez fundido, para pasar a llamarse Los liberales.

O Partido Liberal, o algo, así según los rumores más liberales. Aguado ha estado seis años en política. A algunos les ha parecido una eternidad. Para no hacer agua del Aguado caído diremos que con él al frente, la naranjidad logró entrar en 2015 en la asamblea madrileña y fueron colaboradores indispensables del Ejecutivo del PP liderado por Cristina Cifuentes. En 2019 logró pasar de 17 a 26 diputados y entrar en el Gobierno de coalición junto a los populares.

De darle tanto oxígeno a los del PP vienen buena parte de los males de Ciudadanos, quizás, pero eso es harina de otro contar. Aguado tendrá tiempo para pensar en todo esto. Tal vez desde su retiro, viendo como muchos de sus compañeros se pasan al PP. Pero con arte. Liberalmente.

* Periodista