Twitter tiene que estar rugiendo, porque el móvil me palpita como en las escenas de la partida de Jumanji, pero lo dejo cerrado hasta que escriba esto, vaya a ser que el ingenio de las redes me corte la trayectoria. Hoy se ha llevado algunos minutos de los telediarios el nuevo peinado de Pablo Iglesias, actualmente ciudadano particular que ha abandonado todos sus cargos públicos institucionales y políticos. Iglesias se ha cortado la coleta, lanzando con maestría su última -de momento- alegoría a la opinión pública. No le gustan los toros, suponemos, pero las expresiones del mundo taurino son irresistibles, así que su peinado de casi melenita corta supone ahora un claro mensaje: «Iglesias se corta la coleta» como los diestros cuando se despiden de los ruedos. De inmediato su nueva imagen sale en los periódicos y en las televisiones, muchos compañeros estarán en este momento tecleando también unas líneas y las redes sociales brillarán con memes, comentarios y todo ese despliegue que, restando el manto de insultos y agresividad, es una maravilla de creatividad.

Iglesias es un experto en propaganda e impacto mediático. Su coleta, perfecta, brillante y abundante las más de las veces -nunca saldré de la duda sobre si requería o no acción de peluquería profesional- lo distinguía, le daba el sobrenombre (’el Coletas’) que lo hacía inconfundible y transmitía su poquito de rebeldía. La imagen dio paso a un moño que explicó como padre ocupado: para que la chiquillería no me tire del pelo. Vale, pero ahora se puede interpretar que el exvicepresidente del Gobierno estaba «hasta el moño» de su responsabilidad pública, y de ahí esa composición oriental sobre la cabeza que en su momento no supimos entender. 

El paso al peinado de universitario clásico y un poco formal ya se irá explicando cuando el exdirigente de Podemos necesite un poquito más de publicidad para sus futuras actividades. De momento, me pregunto qué hubiera pasado si hubiera sido una mujer la que lanzara esos símbolos con su melena o con su atuendo. No nos hubiéramos atrevido a ir tan lejos en los comentarios. De hecho, vamos porque es lo que él quiere, que lo glosemos, confirmando que lo que le va, por encima de las ideas y del compromiso social, es el espectáculo. 

PD: Ya he visto un meme: Díaz Ayuso en el centro del ruedo y vestida de torera recibiendo los aplausos del público con la coleta de Iglesias en la mano. Ay.