Ante ciertas señales podría interpretarse la posibilidad de que se pudiesen adelantar las elecciones en Andalucía, existiendo posturas diversas en el seno de determinados partidos políticos en la conveniencia de activar ya sus maquinarias electorales de cara a estar preparados para ese hipotético adelanto electoral.

Este debate se ha instalado en las últimas semanas en el PSOE de Andalucía, donde unos no ven señales de ningún tipo y tachan de precipitación preparar electoralmente ahora al partido, mientras que otros sí las ven y abogan por anticiparse para afrontar con fortaleza unos eventuales comicios autonómicos. Aquellos que no ven señales, están por apostar que Moreno Bonilla no disolverá el Parlamento de Andalucía en el momento que electoralmente más le convengan, mientras que los que sí las ven califican de arriesgada esa apuesta. Aquellos que no ven señales, hablan de que el socialismo andaluz no tiene razones para precipitarse en la designación de un candidato o candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía y, consecuentemente, en confrontar en estos momentos una alternativa al actual gobierno del Partido Popular. Sin embargo, los que sí ven señales, hablan de no confundir anticiparse con precipitarse y de que la ciudadanía andaluza necesita tener en estos momentos un candidato o candidata referente de la alternativa que el PSOE representa para Andalucía.

El acelerado proceso de pérdida de apoyo electoral en el que está inmerso el partido político Ciudadanos, que en Andalucía mantiene en el Gobierno autonómico al Partido Popular, ha generado una situación a todas luces anómala, pues las fuerzas parlamentarias que sustentan al Ejecutivo andaluz no se corresponden actualmente con el respaldo electoral que en su momento pudieron tener. Ahí estaría una de las razones de la parálisis política en la que se encuentra la Junta de Andalucía y la inacción en la que se mantiene el Parlamento Andaluz desde hace tiempo.

En un ámbito institucional de normalidad democrática, esta circunstancia sería señal suficiente para augurar un adelanto electoral en Andalucía, más aún cuando el Partido Popular ha abierto sus puertas a los cargos públicos y orgánicos de su todavía socio de Gobierno autonómico para invitarlos a entrar y cambiar de partido. Los efectos de esta campaña de “puertas abiertas” puesta en marcha por el PP, que bien podría parecerle a alguno una campaña de fomento del transfuguismo político, está desangrando a Ciudadanos, también en Andalucía.

A todo esto, otra señal de adelanto electoral aparece ante la preferencia manifestada por el Partido Popular de agrupar al centro derecha y conformar un gobierno en conjunción con Vox, lo cual necesitaría de nuevas elecciones al igual que Madrid. Los datos del último barómetro electoral del Centro de Estudios Andaluces y el deseo también expresado por el partido de Santiago Abascal podrían acrecentar la tentación de Moreno Bonilla de probar suerte con un adelanto de las elecciones.

Pero también, en el otro lado del espectro político, en la izquierda, se dibujan señales de un posible adelanto de los comicios autonómicos ante la también situación anómala del grupo parlamentario Adelante Andalucía, marca regional de Unidas Podemos, donde la mayoría de quienes lo integraban en un principio están ahora formando parte del grupo mixto del Parlamento, lo cual contribuye a alimentar, junto a la ya referida anomalía del grupo parlamentario Ciudadanos, la idea de que, de nuevo, las urnas debieran poner el debido orden en la distribución de las fuerzas políticas parlamentarias.

Otra señal más estaría en el interés para el PP, único partido que puede propiciar el adelanto, para situarse en una posición ventajosa frente a su principal rival, un PSOE pendiente de su renovación orgánica y de un proceso de primarias que, si su calendario interno no cambia, están fijadas en Andalucía para finales del 2021 principios del 2022 , todo lo cual le dificultaría estar plenamente preparado para afrontar el proceso electoral en condiciones óptimas.

Pero también, a todo lo dicho, podría añadirse un argumento en favor de un adelanto de los comicios en nuestra comunidad autónoma y que se aleja de posiciones partidistas, pues no pocos ven la urgencia y conveniencia de que, de cara a gestionar desde el inicio y sin interferencias electoralistas el proceso de recuperación “post-covid” que Andalucía necesita, esté al frente y lo antes posible un nuevo Gobierno fuerte y sustentado en unas nuevas mayorías parlamentarias.

Ante todo lo dicho, unos predicen votaciones para el próximo otoño y otros pronostican para final del 2022. Pero, independientemente de si se cumple uno u otro augurio, la dirección y el sentido por el que discurra el futuro próximo de Andalucía no será igual si no se ponen en marcha políticas progresistas lideradas por el PSOE, a partir de un nuevo modelo económico más sostenible y respetuoso con nuestro entorno estableciendo criterios de igualdad y justicia social, pero esa decisión está solo y exclusivamente en las urnas. En eso consiste la democracia.

* Alcalde de Montilla