A las 7.06 buscó en Facebook el nombre de una antigua novia con la que acababa de soñar. Tecleó su nombre y apellidos de varias maneras, despacito, como si estuviera probando con la clave de una caja fuerte. Le envió una solicitud de amistad y ella la aceptó rápido. No había rastro de pareja y/o de niños en su muro. Hubo todavía más suerte: hablaron por teléfono, ella le dijo que le hacía mucha ilusión estar en contacto, que no iba a bares con todo el rollo este de la pandemia; él le contestó que eso no era problema, tengo terracita en casa y te invito a cenar, claro que sí, los dos con nuestras mascarillas, un beso, luego te veo. A las 10.22 buscó «Zara camisa blanca». A las 10.44 buscó «risotto de verduras». A las 10.46 buscó «lubina al horno». A las 10.47 buscó «ensaladas Arguiñano». A las 11.18 buscó en Facebook a su exmujer. A las 11.20 buscó de nuevo en Facebook a la antigua novia con la que había quedado y estuvo viendo fotos y leyendo cosas de ella un buen rato. Por lo visto no era muy fan de Pedro Sánchez. A las 11.52 buscó «mejores vinos calidad precio». A las 17.04 buscó «trucos para perfilar barba» y estuvo un buen rato posando delante del espejo, testando la conveniencia de su media sonrisa, intentando mentalizarse de que al fin y al cabo el paso del tiempo no había sido tan bestia, aquí está el tío. A las 18.38 buscó en Facebook a su exmujer. A las 20.05 ya tenía el pescado en el horno y buscó en Youtube «mi gran noche Raphael» antes de meterse en la ducha. A las 20.50, justo después de buscar «Athlético» para saber cómo había quedado su equipo, vio que tenía un wasap de su antigua novia y temió que se hubiera rajado a última hora. Falsa alarma: «Estoy abajo, ¿qué porterillo es?». Ella bromeó nada más llegar cuando lo vio tan arreglado, parece que vas al programa ese de las citas de Carlos Sobera. Él se cortó un poco y se arrepintió de haberla buscado en Facebook. Sin duda la foto de su perfil estaba hecha con un filtro engañoso. Luego, mientras la oía hablar sin parar como si estuviera muy lejos, deseó con todas sus fuerzas estar en el programa ese de las citas de Carlos Sobera para responder cuando fuera su turno que no volvería a tener una cita con ella. Ni en plan amigos ni en plan nada. A las 22.12 volvió a buscar en Facebook a su exmujer cuando su antigua novia fue al servicio. Una botella y media de vino después pensó que en realidad la muchacha seguía teniendo su punto. A las 0.25 estaban muy a gusto, tan a gusto que incluso buscaron «Lisboa hoteles ofertas» porque la vida son dos días, chin-chín, por nosotros, un beso, más besos, dos cuerpos forcejeando contra la soledad. A las 7.07 buscó en Facebook a su exmujer y se levantó sigilosamente. Su antigua novia roncaba. A las 10.15 buscó «resaca». A las 11.36 buscó en Facebook a su exmujer por última vez.

* Profesor