Lo confieso: siento debilidad por los cómics de parejas en pijama en el sofá. Qué placer tan cotidiano e insignificante pero... cuánto abriga, si sabes que al día siguiente el mundo vuelve a girar. Por eso me encantan los cómics de esto con la inocencia con la que atesoramos los juguetes de infancia.

Que conste que hay niveles en el podio de Los Mejores. El 1º es de Catana Comics y su libro ‘in Love & Pajamas’ (sí, lo tengo en inglés porque no puedo esperar 2 años a que llegue la traducción). Por favor, qué verdad hay en sus viñetas. Ella con su camisón largo y sus zapatillas de arrastrar los pies por casa; él, con su barbita y su sudadera ancha consintiéndola todo el tiempo. ¡Y además el libro trae pegatinas!

El puesto 2º es, sin duda, es para ‘Croqueta y empanadilla’, de la maravillosa ilustradora Ana Oncina, toda una referencia en España. Muy real todo y... ¡Además ella tiene un gato y él un perrito que duermen a sus pies en la cama! ¡Qué belleza! La vida es ese instante o ese verso de Isabel Bono de su último poemario: «esa grúa es el centro del universo/ y hoy gira para nosotros/ a veces todo sucede/ como debería suceder siempre».

Y es que al sentir el verdadero dolor (físico, psiquiátrico, emocional...) y ver el horror tan de cerca, nuestra capacidad de divisar la luz y la belleza se acrecenta. Por eso son tan importantes las pequeñas celebraciones cotidianas o estos cómics que muchos considerarán una tontería de niñata cursi, aunque se trate más bien de un placer de adulta-niña en búsqueda constante de lo bello.

En el 3º está ‘Soppy’, de Philippa Rice (éste sí me esperé a que lo tradujeran). Más manta compartida, hacer la compra juntos, leer mientras el otro trabaja... Y luego entra en juego ‘Mi vida con Mochi’, de Gemma Gené, que se ha convertido en toda una saga. Ahí ya... Le chillaría al libro como hacía mi abuela, porque en medio de esa vida compartida está Mochi, un carlino muy divo que derrite a su dueña y se cree humano, como pasa en nuestra casa con Toffee, nuestra gata. Esa sí que es «Mi realidad», a lo Lori Meyers.

Lo siento. Tenía que compartir todas estas razones para pasarse el domingo juntos en pijama, coger un cómic de la estantería, acurrucarte junto a tu pareja y dejar que el mundo pase con una Toffee entre ambos, mientras de fondo suena una buena canción de Los Planetas.