Combatir sin cuartel a la Violencia de Género es tan triste como necesario por cuanto aparte de los múltiples maltratos que pueblan todos los barrios, a la vez, todos los días hay mujeres asesinadas. Por eso resulta abominable que bajo un disfraz de falso de feminismo haya sectores del capitalismo salvaje que saquen tajada económica de la tragedia que viven cientos de mujeres, aprovechándose de que como la Violencia de Género habla de humillación, esclavitud y asesinatos, saben que la sociedad democrática se abre a cualquier cosa que aparente ser ayuda. Pero cuando esta lucha se torna embustera, todo este chiringuito tendencioso es puro vomito social inmundo que pudre las relaciones sociales y la dignidad humana. Les pongo un ejemplo ilustrativo: ¿han visto alguna vez tratar el atentado de Hipercor en la Isla esa de las Tentaciones? Pues el machismo también es terrorismo y nos debería sorprender igual dicha frivolización. Pero no sé qué pasa que alrededor de este tipo de terrorismo se han juntado demasiados sinvergüenzas con tremendas vivir como ricos a costa de la sangre derramada de tanta chica indefensa. Y a la vez se está peligrosamente mal educando a nuestra juventud cuando ven que desde la televisión se viste de rosa lo que merece ir de luto. Y mientras este circo crece, los cauces dignos de lucha contra el terrorismo machista se esfuerzan para nada por culpa de todo esto. La legislación española está haciendo un esfuerzo titánico. Os puedo asegurar que el compromiso judicial y legislativo es admirable. Sin ir más lejos, el Tribunal Supremo ha modificado la doctrina y ya el que la mujer se acoja a su derecho a no declarar para no permitir la condena de su maltratador no es posible; tiene que declarar a la fuerza porque el sistema considera que la lucha contra la Violencia de Género a nivel social esta incluso por encima de la libertad personal de cada mujer individualmente considerada. Pero para nada sirve este esfuerzo mientras las televisiones sean dominadas por mal nacidos -y mal nacidas-- que quieren disfrutar del verano como jeques a costa de la tragedia de la mujer. Porque a esta gentuza le da tan igual la Violencia de Género como la Presunción de Inocencia: dinero, dinero, y dinero. Y lo que ya te llena de pena y rabia es que esta falsa vía realizada por gacetilleros que estarían en paro si practicaran el periodismo auténtico, sea apoyada por personajes de primera línea del gobierno. Eso añade un problema muy grave porque muestra un descarado menosprecio del poder ejecutivo hacia el judicial. No es división de poderes sino rivalidad de uno sobre otro. Dicho de otro modo, la prueba inequívoca de la crisis estructural que sufre nuestra democracia.