La dichosa pandemia, que nos tiene hasta el gorro, es comparable o igual a una gran guerra internacional. Y va para largo, aunque se pueda domeñar en parte con las vacunas.

Notemos cómo, en este escenario, China o Inglaterra se blindan en autonomía. Creo que la globalización debe dejarse para los intercambios comerciales, pero a la hora de la verdad cada país debe ser una isla: en energía, agricultura, tecnología y economía. O al menos es así en los más inteligentes. Véase el plan de crecimiento de China en este sentido, aprobado hace unos días.

En este contexto, los norteamericanos que crean las vacunas se dan prioridad en ellas, como los ingleses, los rusos o los chinos.

Nosotros tenemos una terrible dependencia del exterior por el turismo. Parece como si los partidos políticos estén repitiendo el modelo de desarrollo franquista de turismo y ladrillo de los años 60. El turismo debe ser un plus añadido, una importante propina a la economía de un país, que sin embargo debe fundamentarse en ciencia y tecnología y agricultura.

Vemos en la red un video viral sobre las terriblemente pobres circunstancias económicas en que los científicos españoles del CSIC desarrollan su vacuna, que al parecer será dispensada en la nariz, y útil para todas las cepas. Una prometedora vacuna. Vemos los sueldos de miseria que tienen. Y que no pueden continuar sus experimentos porque no tienen dinero para hacerlos en unos monos... Y me parece una gran vergüenza. Y una estupidez: porque es mucho más costoso para el Estado pagar los ertes necesarios a los afectados que invertir en nuestra vacuna. Máxime teniendo en cuenta que, probablemente, después de la primera dosis se necesitará otra anual, lo que supondrá una infraestructura importante para hacer frente a una vacunación anual masiva... So pena de que queramos seguir siendo un país atrasado en ciencia, con grandes y pobres científicos, y dependiendo de las vacunas que nos envíen del exterior...

Y vemos a los políticos enzarzados en batallitas infantiles en el congreso, soltando su frasecita -escrita por algún asesor- a ver cuál es más ocurrente. Soltando su discurso sin escuchar nunca el de los oponentes.

Y me pregunto por qué, en una terrible situación de guerra, que va a tener aún duras consecuencias económicas, y que nos obligará a producir y trabajar más para pagar la gran deuda, no se unen todos estos políticos en torno a alguien que los aglutine. Pongamos por ejemplo en torno a cualquier presidente de gobierno, como hicieron los británicos con Churchill... Por qué no aparcan sus pequeñas miserables diferencias y se dan cuenta de la situación, haciendo un gran pacto entre absolutamente todos los partidos, para defender el interés nacional, para defender los verdaderos intereses de los ciudadanos a los que dicen representar.

** Catedrático de universidad y escritor