Todas las que nacimos entre mediados de los 80 y los primeros 90 crecimos junto a Punky Brewster y su casita en el árbol. Así, la actriz Soleil Moon Frye se convirtió en icono y estrella mundial con apenas 7 años. Nosotras, de este lado de la pantalla, crecimos con ella. Desde el otro, Soleil, con su madre como representante, se vio forzada a introducirse en un mundo de adultos. Tuvo que crecer rápido junto a las estrellas del momento: todo el elenco de ‘Salvados por la campana’, ‘Sensación de vivir’... (incluido Leonardo DiCaprio).

Nosotras, niñas, queríamos esa casa en el árbol (y también una muñeca repollo) como Punky y, las muy afortunadas como yo, nos quedamos con un columpio en una rama. Sin embargo, Soleil y compañía se vieron envueltas en toda una vorágine de fama imposible de manejar para unas chicas que tuvieron que convertirse en adolescentes demasiado rápido.

Por suerte, Soleil nunca se separó de su cámara de vídeo para documentar lo que les estaba pasando, porque era imposible procesarlo en el momento. De todas estas grabaciones nace un documental fundamental para todas sus seguidoras: ‘Kid 90’ (2021), dirigido por ella misma, con el que confiesa haber «abierto la caja de Pandora de toda mi adolescencia». Necesitaba confirmar que lo que vivió fue real. Que conformaron una familia mientras el mundo pisaba el acelerador y lloraron, fueron a fiestas, probaron el alcohol y las drogas, rieron, lloraron, se apoyaron entre sí... mientras, como todas las adolescentes, se sentían increíblemente solas por dentro. E, incluso, perdieron amigas por el camino que se vieron superadas por todo ello.

Producido por Hulu y dirigido por la propia Soleil, su visionado ha sido un acto de reconciliación con la adolescente que fui, que también se sentía increíblemente sola y perdida y quería todo ya, rápido. Os sorprenderéis redescubriendo a vuestra yo de entonces. «Ha sido un proceso realmente doloroso y, sin embargo, la experiencia más catártica y hermosa de mi vida», confiesa Soleil. Desde aquí, os animo a abrir vuestra propia caja de Pandora, porque seguro que muchas, como Soleil y yo, también habéis salvado vuestras cintas y cuadernos de entonces. Guardadlas bien, haced que alguien las custodie si es preciso. Cuando lo necesitéis, os reafirmará en quien que sois ahora y sonreiréis y lloraréis. Y os dará paz.

* Escritora y periodista