Olvidaremos los días de lágrimas, las noches de duermevela, las mañanas de números negros, contagios y muertos entre el desasosiego del no saber y la angustia de un aislamiento arrastrado quincena tras quincena. Y aunque no volverán los que se han muerto en soledad y todavía un año después aún no hemos podido enterrar, sepultaremos de nuevo la conciencia de la fragilidad humana que nos explotó en las naricesante la impotencia de la ciencia, cuando más fuerte y poderosa se sabía esta, y su falta de respuestas frente a la dolencia incomprensible. El ingenio humano ganará otra batalla. Llegará el triunfo de las vacunas, enviaremos a paseo el dolor y la pena, y volveremos a creernos inmunes. Ante el nuevo reto mortal, gracias a la inteligencia y al progreso, a los científicos, virólogos, investigadores y demás técnicos preparadísimos, tantos sabios que trabajan con laboriosidad y eficacia, la enfermedad será vencida de nuevo como lo fueron otras antes de nombre horrible y secuelas espeluznantes. El llanto y rechinar de dientes darán paso al ‘gaudeamus igitur’, al comamos y bebamos y al ‘carpe diem’. Olvidaremos que solo somos hombres -y mujeres, claro-. Sepultaremos la depresión, superaremos poco a poco las secuelas, la economía remontará y nos levantaremos de esta ruina moral porque está en la naturaleza humana el espíritu de supervivencia, el deseo de disfrutar y la vida que vence.

La victoria llegará sobre esta muerte y esta enfermedad y vendrán otras. Mientras tanto, la historia se reescribirá por diferentes manos. El relato ideologizado se empeñará en escribir quién estuvo a la altura y quién no. Y como la memoria es frágil, pronto se olvidará quién priorizó su supervivencia política a la gestión de la pandemia y ayuda a las víctimas, quién maquilló cifras, escamoteó medios o no supo gestionarlos, quién sustituyó información por propaganda estatal o quién abandonó su incómodo cargo de responsabilidad para lanzarse a una carrera electoral que le garantizase su poltrona en el poder mientras la gente seguía enfermando y muriendo.

* Profesora