Las declaraciones de Fernando Penco, historiador, arqueólogo, escritor e investigador realizadas recientemente en este periódico, sobre las nuevas expectativas que se abren a raíz de la ubicación de la fotografía de Robert Capa, titulada ‘Gerda Taro and three women, Spain’, en Castro del Río, carecen de fundamento. Me refiero cuando declara que el fotógrafo polaco David Seymour podría haber acompañado a Gerda Taro y Robert Capa hasta Espejo. En estas fechas de finales de agosto y comienzos de septiembre de 1936, David Seymour estaba cubriendo la batalla de Irún porque una de sus fotografías está localizada en el monte San Marcial, imagen donde se aprecia claramente la ermita del mismo nombre y que fue publicada en la revista francesa Photo nº 156, septiembre de 1980. La distancia que separan las localidades de Irún y Espejo es de 800 kilómetros, y hasta ahora nadie ha demostrado que David Seymour estuviera dotado del efecto de la bilocación.

Sin embargo, no cabe ninguna duda de que la fotografía ‘Gerda Taro and three women’ es obra de Robert Capa que realizó en Castro del Río en septiembre de 1936. Es una fotografía representativa del estilo de Robert Capa, estilo que resulta un tanto peculiar porque no favorece a sus fotografías, pero en algunas ocasiones equivalen a la firma del autor. La composición está más cargada en el lado izquierdo, alguna de las figuras aparece con parte del cuerpo guillotinado, en este caso la parte superior de la cabeza de la miliciana de la izquierda. La tercera peculiaridad es la inclinación de 3º de toda la composición hacia el lado derecho.

Esta fotografía tiene su importancia porque desmonta la atribución de la autoría de ‘Muerte de un miliciano’ a Gerda Taro por dos motivos. El primero porque en la foto del miliciano concurren las mismas peculiaridades que en la foto de las milicianas, y segundo porque en la foto de las milicianas aparece Gerda Taro, que tampoco estaba dotada del efecto de la bilocación, que en este caso sería como fotógrafa y al mismo tiempo como componente del grupo que aparece en la fotografía, porque las cámaras no estaban dotadas del retardo del disparo de varios segundos como se dotó más tarde a las cámaras modernas.

Fernando Penco tampoco acierta cuando propone la posibilidad de que la foto del miliciano fuera realizada el 6 de septiembre de 1936 y tampoco cuando afirma que hasta ahora se pensaba que esta fotografía fue realizada el 5 de septiembre. Desde 2009 se sabe que la fotografía no fue realizada en Cerro Muriano, cuya batalla fue el 5 de septiembre de 1936, sino en Espejo como quedó demostrado en mi libro ‘Sombras de la Fotografía’ publicado en 2009. La fecha más probable de la foto del miliciano es la tarde del 3 de septiembre a las 15:30 hora solar.

El análisis de la foto de las milicianas en Castro del Río más que una fotografía de guerra se puede considerar una fotografía social en un contexto bélico. Las tres milicianas y Gerda Taro cumplen con el ritual de la fotografía para la integración social, donde esas personas quieren celebrar ese encuentro posando con sus mejores galas, en este caso con los uniformes impecables y sonriendo a la cámara. Si se diera la posibilidad como apunta Fernando Penco, de que Robert Capa acudió a Espejo y Castro del Río después de la batalla de Cerro Muriano, la fotografía no reflejaría esa alegría y esa tranquilidad que se aprecia en la foto de Castro del Río, porque la pérdida de la batalla de Cerro Muriano supuso una derrota importante para el Ejército Republicano que no invitaba a las sonrisas.

Por último, para finalizar con la polémica de la localización exacta de la foto del miliciano de Robert Capa, dicha localización se encuentra en el cerro del Cuco de Espejo. Partiendo del mojón mirando en dirección a Espejo hay que ir hasta el pasillo entre el 3º y 4º olivo, luego hay que bajar en dirección a Montilla hasta el 5º y 6º olivo. En ese punto se encuentra el yacimiento. Ese es el lugar exacto donde coinciden las perspectivas de las referencias orográficas de la foto del miliciano, y no la Haza del Reloj como manifestaba Fernando Penco hasta fechas recientes y ahora, en un cambio de tercio y sin presentar prueba alguna, ubica la fotografía en el Alcaparral.

** Profesor de la Universidad del País Vasco