Minutos de silencio, zapatos, pañuelos, camisetas, mucho morado y más. Gobiernos, ayuntamientos, diputaciones, consejos, observatorios... ¿Para cuándo no seguir escondiendo a las víctimas de violencia sus hijas e hijos?, cuándo dejarán de expedir licencias de apertura de locales que finalmente son convertidos en prostíbulos, donde por no cerrar, no los cierran ni en plena pandemia. ¿Para cuándo pararán la entrada en este país de bebés comprados y compradas en los países explotados por occidente? ¿Para cuándo el cambiar la nomenclatura de las profesiones y pagar los mismos salarios a mujeres y varones desempeñando la misma función? ¿Cuándo van a reducir la jornada laboral a 6 horas diarias y 4 días a la semana? Seguimos con las mismas horas de jornada laboral que consiguieron las revueltas obreras en Cataluña hace más de un siglo, en 1918, incluso ganamos menos con respecto al coste de todo lo básico para vivir.

Así difícilmente darán cumplimiento a los planes para la corresponsabilidad y conciliación para mujeres y varones de la que tanto hablan en torno al 8 de marzo y en campaña electoral. ¿Hasta cuándo van a estar considerando el trabajo del tercer sector como voluntariado en lugar de sentar a sus representantes en las mesas de negociación como agentes sociales, que lo son, para que la transversalidad, la inclusión, la igualdad de oportunidades, la equidad y el respeto a toda persona sean una realidad y no un conjunto de palabras vaciadas de contenido.

Aportarían dignidad a la política que todas las Instituciones Públicas que el #25N han guardado minutos de silencio por las mujeres asesinadas por el mero hecho de serlo, hoy rectifiquen todos sus recortes a las ONG de mujeres feministas que han hecho visible esta realidad. Dejen de utilizar eufemismos para nombrar los asesinatos a las mujeres. Defiendan igualdad salarial, de jubilación y pensiones. Dejen de poner límites al ascenso de las mujeres no solo para llegar a puestos directivos, sino para poder estar con el reconocimiento y condiciones cuando llegan a destacar en algún ámbito profesional.

La violencia contra las mujeres es estructural y de nada sirve un minuto de silencio, si se nos recortan derechos. Silencio es lo que se nos ha impuesto a lo largo de la historia, lo que necesitamos es poder hablar de nuestros derechos y que ello no nos cueste la salud y la vida.

* Presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres (Palem). Firma también este artículo Lourdes Pastor Martínez, socióloga, artista y directora de Proyectos de Palem