Allá por el año 2010 se abrió el telón del arte flamenco al mundo ya que el 16 de noviembre de ese año el flamenco fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. No obstante, hay que reconocer que la mayoría de las personas desconocen que el flamenco es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esta aseveración muestra que todavía existe un importante trabajo de difusión del flamenco en los medios, a pesar de ser un valor añadido a la imagen de España en general y de Andalucía en particular.

Este arte popular despierta los sentidos de quien visualiza los suaves contoneos de bailaores/as, la fuerza de un ‘zapateo’ o el rasgueo de una guitarra. Esta experiencia turística origina un nuevo visitante que siente deseo tanto de experimentar el espectáculo flamenco como de aprenderlo y practicarlo.

De todos es conocido que los grupos flamencos actúan en festivales musicales fuera de las fronteras españolas y que estos grupos sean los responsables de los millones de seguidores que el flamenco tienen en el extranjero. El flamenco se ha convertido en una motivación para viajar a España. Tanto es así que, uniendo el turismo cultural y la música flamenca, nació una nueva tipología de turista relacionada con la experiencia y las emociones en el lugar de destino, cuya motivación va más allá del turismo tradicional y está orientada a la búsqueda de la experiencia y de la autenticidad. Así, miles de personas eligen, en sus vacaciones o tiempo de ocio, disfrutar de un espectáculo flamenco.

Pero ¿qué desea conocer el turista sobre el flamenco cuando visita un espectáculo? El turista cuando viaja valora positivamente aspectos relacionados con el flamenco tales como el baile, la guitarra y los instrumentos, experimentar el flamenco en directo, el sentimiento que les produce, el arte, el cante y el espectáculo y la puesta en escena. Un punto destacable es que el visitante posee una imagen previa antes de visitar el destino y de conocer en profundidad el flamenco. Pues bien, dicha imagen que se ve modificada de forma positiva, una vez que la experiencia flamenca es percibida.

Con motivo de la grave situación de la pandemia que nos ha tocado vivir, existen iniciativas para salvar la cultura, pero ¿quién se ocupa del flamenco? Se está dejando de lado un patrimonio con un legado artístico que traspasa fronteras, una parte de nuestra cultura (que es nuestra, de España, de Andalucía), se está permitiendo que se hunda, al no percibir el apoyo necesario para su mantenimiento, al no recibir suficiente ayuda y, recordemos, que es fuente de ingresos de multitud de hogares.

Es conocido que existen seguidores del flamenco alrededor del mundo, que lo aprecian y quieren aprenderlo y practicarlo. Por ello, se considera adecuado incidir en un apoyo a una oferta formativa (enseñarlo, practicarlo) en torno al flamenco, a nivel tanto nacional como internacional como elemento de potenciación de la imagen de destino. Así, se facilitaría la accesibilidad al flamenco a este nuevo segmento de turistas. De hecho, hay que impulsar el flamenco integrándolo en la identidad de la marca de destino sin que, esta finalidad comercial repercuta en el flamenco, es decir, sin una desvalorización artística de un atractivo cultural considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Es necesaria una labor de promoción interna y externa del flamenco por parte de la gestión turística cultural. Instemos al Ministerio de Cultura a que escuche a este sector tan olvidado. Démosle al flamenco el lugar que se merece en el mundo. Un patrimonio cultural de la humanidad no puede desvanecerse cual espejismo diez años después de su declaración. Ayudemos a que este arte vaya de la mano de la cultura española y andaluza. No se debe permitir que este grandioso arte se vea abocado al cierre de su telón.

Actualmente, desde el Grupo de Investigación Economía del Turismo de la Universidad de Córdoba, al cual pertenezco, nos encontramos inmersos en el estudio de la relación entre el turista y el flamenco en la ciudad de Córdoba, y esperamos que nuestros resultados puedan contribuir a reforzar el flamenco en un destino cultural y turístico de primer orden como es la ciudad de Córdoba.

* Profesora doctora del Área de Organización de Empresas de la Universidad de Córdoba