Lo dice la escritora Jeanette Winterson al final de la conversación que mantuvo con otra escritora, Bel Olid, en el CCCB: no hay cosa menos elitista que la cultura. Y lo explica de una manera muy sencilla: la cultura es lo que nos conecta con las personas a las que en el pasado ya le preocupaban las mismas cosas que ahora nos preocupan a nosotros; la cultura dibuja la línea que nos dice que no somos islas, que no estamos solos.

Otra escritora, entre muchas otras cosas, Angela Davis, era quien respondía hace unos días, también desde la web del CCCB, a las preguntas que le hacía un grupo de gente; según dijeron, jóvenes y mujeres en su mayoría. Igual que Winterson habla de la cultura -los libros, la música, el arte- como aquello que nos conecta con gente que en el pasado se preguntaba lo mismo que ahora nos preguntamos nosotros, Davis insiste en la importancia de pensar y actuar juntos en el presente. A Davis le preguntaban si ella y sus conciudadanos estadounidenses estaban informados de lo que pasaba aquí en términos de movimientos antirracistas, antipatriarcado, etc. «Estamos informados si lo vamos a buscar», respondió, para, inmediatamente después, dejar claro que era extremadamente importante estarlo para sentirse empoderada, tener más fuerza; para no sentirse sola, finalmente.

Abrir un libro, ver una peli, poner un disco es buscar compañía. No se me ocurre cosa mejor que la cultura para hacer frente a esta época en la que todos parecen haberse puesto de acuerdo en obligarnos a encerrarnos en «burbujas», como las llaman, para no decirnos que nos obligan a aislarnos.

Si tiene algo de bueno esta época de confinamiento que nos toca vivir es que nos ha pillado a todos conectados. Quien más quien menos tiene libros e internet en casa y, para quien no, están las bibliotecas. Buscar compañía no es elitista sino todo lo contrario: es reconocer una necesidad, posiblemente la más humana de todas.

* Librera