Los cordobeses nos habíamos sentido muy honrados en que la Guardia Civil hubiese elegido a nuestra ciudad para celebrar los actos centrales conmemorativos de la festividad de su Patrona, como vino expresamente a anunciarnos su directora general. Estos actos se vienen celebrando anualmente durante la semana anterior al día 12 de Octubre, festividad de la Virgen del Pilar, en una ciudad del territorio nacional, y gracias al interés que habian puesto tanto nuestras autoridades, como los jefes de esta Comandancia, este año Córdoba debía de demostrar la capacidad que tiene para acoger actos tan relevantes, de tanta suficiencia e importancia como los de esta Benemérita Institución, de la marca España, que, en comunión con nuestra población, desde el 28 del pasado mes de septiembre, nos habrían de evidenciar, tanto a jóvenes como a mayores, la demostración de los procedimientos de las múltiples especialidades que este Cuerpo posee, y su alta profesionalidad; pero a causa de la pandemia que estamos padeciendo se han suspendido todos los actos hasta el próximo año.

Y lo harán desde su estricto compromiso e imprescindible condición de lealtad para con nuestra Patria, cuya cuna hay algunos interesados en querer olvidar, por un mal entendido pacifismo y una serie de complejos de una Historia no bien asimilada y que claramente se ve que desconocen, ya que se da la paradoja de que hay españoles que no tienen reparos en declararse «patriotas» de su comunidad autónoma (fijémonos, por ejemplo, en que «aberzale» significa precisamente «patriota») y sí muestran una cierta vergüenza o reparo en declararse abiertamente «patriotas» de la «Patria común e indivisible de todos los españoles» que es la fórmula que nuestra Constitución utiliza para definir ciertamente a España; y esa especie de reserva o vergüenza no tiene parangón en ningún otro país de nuestro entorno.

Pero la solidez de esta Institución, además de su reconocido patriotismo, se mezcla con esa aglutinadora síntesis del camino difícil del honor y una conjunción de disciplina aderezada con el espíritu castrense, abnegación, talante benemérito, energías para el sacrificio, coraje, vida callada y trabajo incansable, por lo que hay muchos estados extranjeros que están empeñados en copiarla. Porque en su constante y tenaz lucha diaria son montones las gestas, celebres unas y desconocidas muchas, pero todas, de una u otra forma, se han perpetuado en el recuerdo en que se plasma, de forma perdurable, la honestidad de aquellos que siempre han servido, desde su fundación hace más de 176 años, fielmente a España, la Patria de todos, poniendo sus brazos, su honra y hasta sus vidas; porque su contribución en sangre ha sido el testimonio más fehaciente de su trayectoria histórica al servicio de los españoles, de su prosperidad, de la paz y de la seguridad; puesto que la libertad de los ciudadanos y su independencia, dependen, en último término, de todos aquellos que están dispuestos a darlo todo por la Patria; siendo la calidad de sus obras las que dan testimonio de su más alta capacidad para ello.

Preparada contra todas las formas de criminalidad, desarrollando métodos y herramientas para cumplir con eficacia su misión a todos los niveles, despliegan, a la vez, su benemérita labor de preservar la dignidad de las personas donde quiera que pueda estar amenazada; su probada calidad humana la hemos vuelto a distinguir en el Estado de Alarma que se decretó en toda nuestra nación para frenar el avance de la pandemia que nos asola, en donde como explicaba el hoy teniente coronel Jefe de Operaciones de esta Comandancia, D. Emilio Muñoz Arcos, en este mismo Diario el pasado 4 de julio, quién señalando como verdaderos héroes a los servicios sanitarios, junto al comportamiento ciudadano y a todas las fuerzas de orden público, destacó que la Guardia Civil, sin abandonar su servicio diario, realizando diversas detenciones de malhechores, se multiplicó hasta lo inverosímil llevando alimentos a los lugares más recónditos, a veces hasta pagados por los propios guardias; repartieron material escolar entregándoselos a los niños en casas alejadas; distribuyeron material de protección; medicamentos en residencias de ancianos aisladas; recogieron respiradores que cedían clínicas privadas y un sin fin de múltiples acciones imposibles de describir aquí; mediante las cuales resultaron contagiados más de una veintena de sus miembros que luego habrían de volver para convivir con sus familias, a quienes también tienen de proteger; por lo no es de extrañar que el Jurado de Valores Sociales de Diario CÓRDOBA haya distinguido, por los méritos de muchos años de destacados servicios, a la Guardia Civil de esta Comandancia con el merecido galardón de ‘Cordobeses del año 2020’.

Esa es, muy a grandes rasgos, nuestra Guardia Civil, a cuyos componentes, Patriotas con Honor, y a sus familiares, deseo felicitar con motivo de la festividad de su Patrona la Virgen del Pilar y por el reconocimiento social con ese valioso y justo premio.

* Magister Univ. en Criminología