Thomas Hobbes, matemático, geómetra, físico y filósofo inglés del siglo XVII, fue el primero que conceptualizó la esencia de Leviatán, un ente enorme, en paragón con aquello que por su gran dimensión es difícil de controlar, asimilándolo al concepto de Estado (fuerza y poder), un coronado gigante que por encima de la cintura se alza sobre las montañas llevando en las manos una espada y un báculo, sobrevolando a unas sometidas y pequeñas figuras humanas, y por tanto configurándolo cuán sujeto jurídico real, preponderante y dominador. Cuya impronta se aprovechará para mantener la paz social y la general obediencia, institucionalizando el favor popular, obligando a cumplir las leyes. Y en democracia sin su respeto y acatamiento ese sistema no existe (y no faltan ejemplos), premiando a quienes se atuvieran a lo dictaminado en los mandatos.

La huella del paganismo y la crítica de los filósofos clásicos griegos (Tales de Mileto, Platón, Aristóteles, entre otros) en el pensamiento de Hobbes es notoria. La seguridad del Estado no se conseguiría con la simple persuasión, sino con la pena y el castigo infringido por el incumplimiento de las vigentes normas legales, con independencia de como éstas fuesen. La rebelión devendrá entonces contraria a la razón, pues sería como litigar contra uno mismo, desoyendo el pacto contractual entre el Estado y el individuo que forma parte constitucional de aquél.

Pero los cardinales conceptos concernientes a soberanía, pueblo y voluntad general resultan ideas que con frecuencia se utilizan de manera mucho más eficaz, y de forma coincidente, como también concomitante, entre populistas y nacionalistas, aplicadas para sus intereses con mayor efectividad que en los liberales, pues estos son más proclives al pluralismo, a los sistemas de gobernación multinivel: desde la UE hasta ayuntamientos e instancias intermedias, como a la tecnocracia administrativa y a la separación y redistribución de los poderes estatales, de manera que nadie los ostente totalmente, pues esa alternativa conduciría inevitablemente a su uso indebido. H