Ha costado más de dos años que el equipo de Telemundo Noticias consiguiese, hace unos meses, la entrevista más esperada por periodistas de todo el mundo. Hasta la fecha, Donald Trump nunca había accedido a sentarse con una cadena de televisión con el español como lengua principal y, por tanto, con la comunidad latina como principal audiencia.

Primera clave: Trump quizá empieza a interesarse por el voto hispano en plena campaña para la reelección. Días atrás le hemos visto frente a José Diaz-Balart que, de manera directa y sin contemplaciones, preguntó una y otra vez por los temas más delicados e importantes para su público. Diaz-Balart tenía un papel complicado, a pesar de su extensa experiencia entrevistando a líderes de Estados Unidos. Pero lo resolvió de manera excelente.

Prácticamente desde el inicio le recordó sus declaraciones, tuits y, sobre todo su decisión de separar familias como centro de la política migratoria. «¿Tiene usted algo en contra de los inmigrantes?», le espetó el periodista. «Les amo, me encantan», respondió, y añadió que la comunidad latina también le quiere en la Casa Blanca. Afirmación cuanto menos doblemente cuestionable porque no se comporta con demasiada empatía y porque no supo mencionar a Diaz-Balart una sola encuesta que confirme ese apoyo a su gestión.

En un intento de escapar de las preguntas, Trump respondió que fue Obama el responsable de separar a las familias y que ha sido él quien ha firmado una orden para revertirlo. Díaz-Balart le recordó que tuvo que hacerlo obligado por la justicia y que, a día de hoy, su Gobierno no sabe cuántos niños siguen lejos de sus padres por la llamada política de «tolerancia cero». Hace tiempo que sabemos que a Trump los hechos le dan igual y no le va mal. Y que ha creado escuela en otros lugares del mundo. Por ello es muy de agradecer la presencia de un periodista que le recuerda sus mentiras, que le sitúa frente a los datos y que no permite ese tipo de retórica de quienes generalizan y criminalizan. En un momento dado, Diaz-Balart le pregunta cómo describiría en una palabra su presidencia. «Excelencia», responde Trump. Eso tras 21 minutos hablando sobre México, Cuba, Venezuela, sobre hombres y mujeres migrantes expulsados que han contribuido a hacer mejor los EEUU, sobre niños enjaulados en celdas...y justo antes de contar sonriendo que duerme muy bien por las noches.