El hombre y la mujer son seres sorprendentes al acumular juntos enormes potenciales de creatividad que se visibilizan llegada la ocasión. Entre todas destaca esa maravillosa facultad capaz de construir mundos, de inventarse ficciones o contar realidades que, confirmando la frase popular, casi siempre superan.

Podemos contar por centenares escritores y escritoras que crean asombrosos escenarios: así Dante, en su Divina Comedia desciende a los infiernos describiendo sus nueve círculos, acompañado del poeta Virgilio que personifica la razón. Jane Austen nos mete en una encorsetada y antigua sociedad que contrasta con almas femeninas poderosas y libres en su espacio interior. Borges con sus Ficciones nos traslada a un variado multimundo de cuentos y sublimadas fantasías. Cervantes convierte a D. Quijote y Sancho en almas con DNI mientras que García Márquez intenta perforar la realidad usando matices mágicos que la misma contiene, transportándonos a otra dimensión una vez seducidos. Lessing encontró la manera de construir el mundo a través de una profunda melancolía recreando magistralmente lo habitual y convirtiendo su narración en genuinos testimonios despiadados.

En las pinturas de Rubens destacan, además de sus colores, el movimiento y la fuerza, el uso de figuras de gran carnalidad: músculos en los hombres y sensuales las mujeres, todas representadas con sensación de gran profundidad. Picasso máximo exponente del cubismo, protagonista revolucionario y creador de corrientes en las artes plásticas nos envuelve con sus insólitas perspectivas introduciéndonos en un mundo nuevo de esculturas, grabados y cerámicas. Dalí, uno de los representantes culmen del surrealismo, es conocido por sus impactantes y oníricas imágenes muchas de ellas convertidos en objetos. El Greco con sus rostros alargados y su religiosidad nos mete de lleno en el mundo místico. Monet ponía en el lienzo sus impresiones según las sensaciones que el ojo experimenta. Van Gogh con sus amarillos y un carácter desequilibrado nos hace transitar por la locura y Frida Kahlo es una indagadora excepcional del arte popular e indígena de México al mismo tiempo que consigue explorar su dolor personal, tanto el físico como en sus emociones. Mundos y más mundos a través de visiones matrizadas por peculiares estructuras mentales, en muchos casos genios.

La relación podría ser infinita si ampliamos los campos a la arquitectura con una innovadora Zaha Hadid y un Gaudí y con su prodigiosa Sagrada Familia. Un Orson Welles dinamitando la realidad con su sensacional programa de radio La guerra de los mundos o Albert Einstein curvando un espacio que todos pensaban euclidiano. María Callas como fascinante soprano transmisora de intensas emociones musicales y dramáticas nos lleva de viaje y Camille Claudel, enorme escultora a pesar de su desgraciada vida, cautiva nuestra alma.

Sin generalizar, pues siempre se escapa alguno, los líderes políticos no se quedan atrás. Cualquier dirigente que se precie va construyendo un mundo, acorde a su interés, con las prerrogativas que su cargo le ofrece. Suelen crear sistemas donde el Gran Sol es él, o ella, egocentrismo puro. Conforme van subiendo se rodean de planetas, satélites, cometas y asteroides que ellos mismos designan y alimentan con dinero de todos. Atraen a su galaxia a masas de asesores, medios de comunicación y pagan la obediencia con lingotes de oro o cargos oficiales: el objetivo único de ese artificial mundo es ganar elecciones y crecer en imagen. A veces concentran en el foco a la ciudadanía mirando de reojo su querida poltrona. Las encuestas y los medios afines les marcan el camino. Estos creadores de mundos que niegan una crisis o cómo afecta un virus o nos hacen creer en demonios humanos y complots antipatria son los más peligrosos porque afectan a nuestra libertad, transforman opiniones y coartan decisiones. Y además ¡lo saben! Con el terrible método del martilleo diario nos taladran la mente y siembran su mensaje. Te venden su verdad y quieren que los creas. Si disientes un poco, aunque sea argumentando y con moderación, sacan la poderosa «conmigo o contra mí». No valen los matices porque quitas el velo, descubres su estrategia y su gran protección tejida con los años. Me gustaría que los mundos creados fueran de transparencia, acuerdos, de bienestar y paz, fueran para servir y no para servirse. Pero .… parece claro que mis deseos anidan en los mundos de Yupi. H