A comienzos del mes de marzo comenzamos a mantener una comunicación continua con nuestras organizaciones CEA y CEOE ante un escenario entonces preocupante y en clave internacional pero que comenzaba a tener repercusión directa sobre nuestra economía y nuestras empresas. Aquel escenario provocado por una crisis sanitaria sin precedentes planteaba muchas incógnitas y pocas respuestas, pero ya entonces supimos que la unidad de acción, la responsabilidad, el compromiso y la cooperación, nos debían acompañar en esta nueva realidad.

Y digo esto porque desde entonces el trabajo desarrollado en Madrid a través de la CEOE y de CEPYME, y en Andalucía por la CEA, siempre velando por la salud y la seguridad de las personas pero sin perder de vista el papel fundamental de la empresa para afrontar como país una nueva estrategia provocada por la pandemia del COVID-19, ha tenido como objetivo afrontar y superar esta difícil situación. En el ámbito local y provincial, y en colaboración con el Ayuntamiento y la Diputación de Córdoba, desde el primer momento hemos sido participes de un plan de choque con el enfoque de la concertación social como mejor aliado.

Y es en este punto y en este momento en el que planteamos una serie de medidas para salvaguardar fundamentalmente el tejido productivo de nuestro país, que resulta esencial en la estrategia para la recuperación.

1.- Retomar la actividad ordinaria de una forma segura, gradual y escalonada para evitar, en caso de nuevos rebrotes del virus, nuevos confinamientos que tendrían un grave impacto en la actividad económica. Se propone incrementar la capacidad de diagnóstico mediante test y la trazabilidad de los contagiados; autorizar a las empresas privadas para que puedan hacer test a su personal según sus necesidades; y definir un plan para las restricciones a la movilidad.

2.- Agilizar la llegada de liquidez a las empresas que sufren una reducción de los ingresos por la falta de actividad y el hecho de tener que seguir afrontando gran parte de sus costes. En este sentido, también se plantea la necesidad de ampliar el alcance de las medidas tributarias y de cotizaciones sociales adoptadas. Destacaría por su eficacia la iniciativa puesta en marcha por Garántia en Andalucía que permite avalar operaciones financieras a pymes y autónomos.

3.- Suprimir las cuotas empresariales a la seguridad social en ERTE. La recuperación debe venir de la mano de las empresas y los autónomos. No contar con ellos y favorecer la continuidad de su actividad seria un gravísimo error.

4.- Acompasar los costes con la recuperación de la actividad y la demanda, reduciendo rigideces. Para ello, se plantea prolongar las medidas excepcionales en materia de suspensión de contratos de trabajo y reducción de jornada, y articular otras nuevas de manera que se permita adecuar la plantilla de las empresas a la paulatina recuperación de la actividad, limitando el alcance del compromiso del mantenimiento del empleo y los efectos de su posible incumplimiento.

5.- Para preservar el tejido de pymes y autónomos, debe propiciarse la mejora de la liquidez de las empresas minorando y difiriendo el pagos de impuestos y de cotizaciones sociales; así como aquellas orientadas a agilizar los pagos de las administraciones públicas, y aumentar la resiliencia ante eventos similares en el futuro (fomento de la digitalización).

6.- Para asegurar no dejar a ningún colectivo atrás a futuro será necesario desarrollar programas específicos para la protección y el refuerzo después de la crisis de mayores, afectados por el covid-19 y personal sanitario; incentivar la oferta de vivienda en alquiler para favorecer la movilidad geográfica y la empleabilidad de las personas; y en el caso de establecer ayudas a rentas, estas deberían ser eficientes, transitorias, y enfocadas a la reempleabilidad de sus beneficiarios.

7.- Desarrollar un modelo de relación más digital a todos los niveles, tanto desde el sector público como el sector privado, desplegar nueva infraestructuras de telecomunicaciones y modernizar las existentes.

8.- Reactivar la industria, en tanto que motor económico y actividad tractora para muchos sectores auxiliares, al tiempo que es una fuente de empleo de calidad.

9.-Intensificar y potenciar estratégicamente las actividades de I+D+I como palanca de competitividad empresarial.

10.-Continuar con la transición energética, favoreciendo la progresiva descarbonización y fomentando las energías renovables y la mejora de la eficiencia energética.

En este contexto como país, resulta además fundamental un plan de recuperación de la UE, basado en: estimulo fiscal que debería incluir un nuevo Fondo Europeo de Recuperación respaldado por el presupuesto europeo; un mercado único revitalizado que asegure las mismas condiciones de juego para todas las empresas; apostar por mantener los mercados globales abiertos mediante un apoyo decidido a las soluciones multilaterales; reforzar la gobernanza para asegurar que el apoyo financiero europeo se traduzca en una mayor coordinación de las políticas económicas nacionales.

* Presidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO)