Llegando el 8 de Marzo, día internacional de la Mujer, se nos viene a la retina la imagen de 15.000 mujeres, llenando, rebosando, nuestra plaza de la Corredera, en Córdoba, el 8M del 2018 .

El 9 de febrero de este 2020, vimos en las calles de Sevilla a 10.000 mujeres de todas las provincias andaluzas denunciando la burda maniobra con la que se pretende taponar las políticas de Igualdad, impidiendo la ejecución de 241 proyectos, que se han venido haciendo posibles a través de la participación colaborativa de organizaciones de mujeres .

Para el 8M de este año, miles de mujeres han preparado su presencia en las calles. El clima no les es propicio; se han venido alimentando, no de modo casual, las violencias machistas, las venganzas misóginas .

Lo que nos traen los días :

-Noticias de varones, ilustres por presencia mediática, cargo o incluso canto, denunciados y condenados por abusos y maltratos a mujeres.

-Facultades universitarias secundando debates no gestados, ni siquiera suficientemente conocidos, en el seno de su endogámico alumbramiento del saber.

-Partidos políticos llamados de izquierda, unidos con partidos feministas, expulsando a estos desde sus «órganos» por posicionamientos que las mismas Areas de la Mujer de la organización expulsadora comparte con las expulsadas.

-Ayuntamientos y otras instituciones, dando la espalda a los gestos de apoyo que venían haciendo a los actos promovidos por las mujeres el 8M y pasando a constituirse, los cargos públicos, en los protagonistas disfrazados de feministas.

-Las victimas mortales de este recrudecimiento de la violencia patriarcal contra el avance de la igualdad; la última víctima , el día 2, en Posadas, tan cercana, creciendo, creciente, doliendo...

Esto estamos viviendo.

Somos cada vez más numerosas, pero somos las mismas, las que hemos ido poniendo en las casas, en la calle, en los lugares de trabajo, en las cortes, nuestras vindicaciones, nuestras aportaciones a la necesaria igualdad que fundamenta la democracia. Las mujeres hoy no somos mas torpes, ni más malas, ni más violentas.

¿Qué ha pasado pues, para que la «caja de los truenos» del machismo sin tapujos , ande campando contra los derechos humanos de tanta hermana, tanta madre, tanta hija de varón rampante?

Haciéndonos estas preguntas, vamos encontrando muchas respuestas. Durante siglos hemos ido siguiendo la ruta de la igualdad, mejorando la vida de hombres y mujeres. Si crece la ira de los que nos quieren inferiores, será porque nos ven fuertes en el camino, sin miedo.

Con esperanza y alegría colectiva preparamos nuestro 8M. Nos preparamos nosotras. En el 2020, feministas abuelas con la compañía y complicidad de nuestras hijas y nietas. Feliz celebración a todas y todos.

* Del Forum de Política Feminista