La educación es la clave de casi todo lo que ocurre (su ausencia, su presencia, o su enfoque equivocado o acertado) y de lo que va a ocurrir. Lo es de cosas tan graves como el machismo, que se inculca en la infancia y juventud, o de otras tan importantes como la lectura. Los editores presentaron el viernes pasado su estudio anual, en el que se aprecia una ligera mejora, pero también datos tan negativos como que el 37,8% de la población no lee nunca por gusto y que a partir de los 15 años caen un 49% los lectores frecuentes. La parte buena es que aumenta la costumbre de leer entre los niños, porque sus familias se preocupan, y ese es el dato de la esperanza: el hábito de leer se afianza en las edades tempranas. El arbolito, desde chiquito.