Todo indica que el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento deberán firmar una nueva prórroga (la quinta) para la cesión en uso a Córdoba por otro año del inmueble de las Caballerizas Reales, dado que en la reunión celebrada por ambas instituciones el jueves pasado no pudo cerrarse el anhelado acuerdo para que pasen a ser propiedad de la ciudad. El actual gobierno municipal reabrió la negociación al discrepar en torno a las cantidades fijadas y proponer que todo el pago se haga en suelo, no en metálico. Mientras la anterior alcaldesa socialista, Isabel Ambrosio, lamentaba el retroceso en un asunto que consideraba cerrado, el actual alcalde, el popular José María Bellido, sugería que el acuerdo previo podía ser «un mal negocio». La operación valoraba en 5,8 millones de euros las históricas cuadras, y se extendía a dos pabellones militares de Ronda del Marrubial y la Farmacia militar. El pago iba a ser parte en metálico y parte en suelo urbano, y de las cantidades se descontarían las inversiones hechas por el Ayuntamiento en Caballerizas. Para el futuro, en las conversaciones se incluirá el antiguo cuartel de La Trinidad. Los proyectos para Caballerizas Reales quedan de nuevo en «modo prórroga», que no tendría por qué alargarse si hay diligencia y auténtica voluntad de llegar a acuerdos, por encima de discrepancias partidistas, en beneficio de los ciudadanos. Córdoba está apostando por el caballo andaluz como signo de su marca, y las Caballerizas Reales son la mejor sede posible para proyectar la imagen y el trabajo realizado. Lo ocurrido merecería una explicación más clara, y también un esfuerzo para buscar soluciones y romper ese maleficio de la ciudad que siempre ve retrasadas una y otra vez sus iniciativas.