Entre los fines y funciones del Consejo Regulador (CR) de una Denominación de Origen Protegida (DOP) está la promoción y la formación. Sin embargo, Montilla-Moriles nunca se había caracterizado, hasta fechas recientes, por una apuesta decidida por ambos fines, sin duda, por la dimensión de la zona de producción y el volumen de vino comercializado. Ahora bien, y es una opinión generalizada en el sector vinícola nacional, algo ha cambiado en nuestra DOP en los últimos años en relación a la percepción que tienen, sobre nuestros vinos, tanto los prescriptores como los consumidores.

Ello ha sido posible, en primer lugar por las nuevas tecnologías aplicadas a su elaboración, la certificación escrupulosa que realiza la Fundación para el Control de la Calidad Agroalimentaria de Andalucía sobre todos los productos amparados por la DOP y, por supuesto, al esfuerzo de nuestras bodegas en mejorar, día a día, tanto los productos como su comercialización en los distintos mercados.

En segundo lugar, por el Plan de formación iniciado hace cinco años en el seno del CR, que ha sido un revulsivo, difícil de explicar, en este complicado mundo del márketing y el posicionamiento de marca. No hace mucho, nuestra zona despertaba poco interés entre distribuidores, profesionales de la hostelería y la restauración y, bastante menos, entre prescriptores y periodistas especializados. Hoy el panorama ha cambiado radicalmente, y nuestra DOP es un objetivo visitable. como lo son otras zonas vitícolas de primer orden. La razón: un programa formativo con proyección.

Este último, diseñado por el CR, es un ejemplo de trabajo bien organizado y coordinado entre esta institución, que ha puesto los medios necesarios para poder ejecutarlo, y las bodegas que, con el tiempo, han asumido el rol imprescindible que se espera de ellas, sin dejar atrás a un cuerpo docente de una capacidad profesional fuera de toda duda y una secretaría técnica, a cargo de la empresa Incentifor, que pone el «alma»necesaria para reconvertir a un grupo de alumnos en uno de amigos al finalizar cada convocatoria. El resultado es obvio: nuestros cursos de técnico especialista y de formador homologado reclaman el interés de numerosos profesionales del mundo del vino al más alto nivel, y lo que es más importante si cabe, entre nuestras propias bodegas.

El CR ha convocado para hoy, día 18 de noviembre, el I Encuentro Nacional de Técnicos Especialistas y Formadores Homologados de Montilla-Moriles, con el objetivo de servir de espacio para el reencuentro de alumnos que coincidieron en su momento, generar sinergias entre ellos y, lo que es más importante, estrechar lazos entre las bodegas y aquellos prescriptores de nuestros vinos, reunidos en torno a Montilla-Moriles.

Para el evento, el CR ha requerido la colaboración de numerosas instituciones con la finalidad que se celebre en nuestra ciudad. Tanto la Diputación como el Ayuntamiento de Córdoba, a través de Iprodeco y del Imdeec, han entendido su importancia; la Universidad de Córdoba, que ya es partner del CR en la formación; y, por supuesto, tanto la patronal de hostelería, Hostecor, como la Asociación de Sumilleres de Córdoba. A todos ellos el sincero agradecimiento del sector por hacerlo posible.

Únicamente nos queda desear a los que estos días acudan a la convocatoria de Montilla-Moriles, buenos vinos y mejores tertulias.

* Presidente de la DOP Montilla-Moriles