Arpanet nació hace 50 años. La primera red de ordenadores se creó en 1969 y permitió establecer comunicaciones entre máquinas en distintas universidades. Surgió en el mundo académico, se financió inicialmente gracias al departamento de Defensa de EEUU y luego dio origen a la red de redes que hoy conocemos como internet. Este aniversario permite tomar perspectiva y evaluar su evolución. ¿Se mantienen sus valores y características iniciales? ¿Qué nos ha aportado? ¿Ha traído algunos peligros?

Los valores iniciales

Esta red de ordenadores fue creada en el mundo universitario. Los académicos establecieron la comunicación como el eje central de sus objetivos. La movilidad académica de los investigadores estadounidenses les obligó a buscar un sistema de comunicación entre ordenadores que les permitiera seguir trabajando en sus investigaciones independientemente de la universidad en la que se encontraran.

Los valores fundacionales de este proyecto perseguían una red abierta, participativa y colaborativa. Esto respondía a que podían participar tanto profesores como estudiantes de posgrado o investigadores doctorales. Todos podían contribuir a su diseño y desarrollo. No existían las rígidas jerarquías universitarias. El objetivo era favorecer la creación de una red que permitiera dar solución a los problemas que se planteaba. La colaboración era un elemento central para garantizar su progreso.

Las aportaciones más relevantes

La transformación del concepto espacio y tiempo ha sido una de las principales contribuciones de esta primera red de ordenadores. Si bien al principio se trataba de poner en contacto cuatro nodos, progresivamente se ampliaron y en unas décadas se cubría todo el planeta. De ahí cambió por completo y el espacio geográfico fue sustituido por esa idea de un planeta global con conexiones por todos sus rincones. Además, el nuevo concepto de tiempo permite tener comunicaciones sincrónicas y asincrónicas. Esto se traduce en una conexión constante en cualquier momento y lugar.

El acceso a la información y al conocimiento ha sido otra de las aportaciones que podemos destacar. Arpanet estableció las bases de los estándares que permiten comunicarse a los ordenadores y con el tiempo esta ha sido la vía de mayor acceso a la información que se produce en cualquier punto del planeta. A su vez, el conocimiento producido durante la historia de la humanidad puede ser difundido y divulgado de una manera más accesible a cualquier persona con acceso a la red.

Algunos peligros

La evolución de las redes entre ordenadores también ha traído algunos peligros a los que se debe prestar atención. Por un lado, la seguridad en la red se ha convertido en un eje de preocupación para el conjunto de los usuarios. Por otra, la manipulación y la desinformación han sido dos efectos de la expansión de la red global. A los tres se deben enfrentar usuarios, empresas y gobiernos. La solución no es fácil, pero la clave se encuentra en la colaboración entre los diferentes agentes y en fortalecer la alfabetización digital del conjunto de la ciudadanía.

* Profesora de la UAB