El otoño llega a Córdoba entre flores y poemas: Belleza, inspiración, arte y aromas. Hoy, la escritora y periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich, premio Nobel de Literatura en 2015, alzará el telón de las XVI edición del Festival Internacional de Poesía de Córdoba Cosmopoética 2019, en el Teatro Góngora. Y a mediados de octubre, Flora 2019, «flores por aquí y por allá», como subraya Araceli R. Arjona, en su reportaje de ayer. Roberto Loya, hombre de radio, escritor, columnista y lector, define Cosmopoética como «la cita con el hombre del paraguas» y como «encuentro universal de los poetas en nuestra capital». Dice también que «Córdoba es un milagro para la poesía». Juntos leemos algunos de los «poemas en servilletas» que se ofrecen estos días en los bares. El de Yolanda Castaño: «Junio podría ser un mes bonito». El de María Sánchez: «Algo así tiene que ser el hogar: / Oir fandangos mientras las ovejas / van tras sus corderos. / Rebuscar con los dedos las raíces, / ofrecer a los tubérculos los tobillos». O el de Berta García Faet, colando a Dios en su breve poema: «Sé lo que es decirle, por ejemplo / oh qué interesante / mientras pienso / oh Dios lo que te haría». Llega hoy Cosmopoética para proclamar en nuestra ciudad que la poesía es muy importante, como son importantes las flores. La poesía, lo sabemos todos, es un texto breve que usa imágenes y metáforas, encendiendo e incendiando la vida, y de alguna forma, obligándonos a bucear en los sentimientos para convertirlos en mensajes. Leer poesía es, en realidad, conocer a un poeta en toda su intimidad, es descubrir la persona detrás de los textos, es poder sentir el mundo como él o como ella lo ha sentido. Y ahí reside su secreto: La capacidad de compartir un espacio íntimo sin prejuicios y de encontrar respuestas nuevas a las preguntas que nos hacemos cientos de veces durante la vida. Córdoba se inunda de poetas y de poemas, de música y recitales poéticos, de aromas intimistas y sugerentes. Ojalá cada uno de nosotros encuentre su poema ideal, sus versos infinitos, los que tocan el alma para convertirla en aliento y en sonrisa.

* Sacerdote y periodista