¡Milagro! Quién iba a pensar que Pablo Iglesias iba a decir una verdad, en su puñetera vida. Pues la ha dicho: «No hay que fiarse de los políticos». Pues claro que no. Él lo sabe mejor que nadie y por lo tanto habla con toda la propiedad del mundo. El muchacho ya comenzó su andadura política apropiándose del 15-M y diciendo que ellos no eran un partido ni pertenecían a la casta política, para inmediatamente después convertirse en lo peor de ella, con mucha diferencia. Como para fiarse de él, de los suyos, o de los contrarios. Porque esta es otra verdad: son todos iguales.