Nueve escenarios bautizados con los nombres de otros tantos ríos del mundo que evocan otras tantas culturas, historia y leyendas, incluyendo el Guadalquivir desde el Mirador del Río, han desarrollado este fin de semana una actividad incensante y fluida, presidida por la música de muy distintos géneros y reforzada por la danza, la gastronomía, el deporte y la artesanía. El Festival de Experiencias Ríomundi concluye hoy, ya con escasas actividades entre las que destacan la vela y el piragüismo, tras dos jornadas intensas que han vuelto a atraer a un considerable público invitado a disfrutar al aire libre de una oferta variada.

Ha sido la segunda edición de un evento que supuso una fuerte apuesta por parte del primer teniente de alcalde y responsable de Turismo del Ayuntamiento de Córdoba, Pedro García (IU), y que, tras su entusiasta lanzamiento del año pasado y la segunda edición de este año, no tiene garantizada su continuidad. Hasta el próximo sábado no se constituirá la nueva Corporación Municipal, y, aunque se prevé que el equipo de gobierno lo conformen, en alianza, el grupo más votado, el del Partido Popular, y el de Ciudadanos, mientras no llegue el día 15 no podrá asegurarse nada. Por eso es lógica la cautela en las filas populares y de Cs ante las preguntas de este periódico acerca del futuro del festival. Ni valoran su calidad o éxito ni se comprometen a mantenerlo en sucesivas ediciones.

Una posición lógica, que, no obstante, no impide hacer una reflexión al respecto. Cuando desde el gobierno local se lanzó la idea, parecía estupenda: un festival que agrupase distintas culturas, bajo el paraguas de esos ríos míticos (Guadalquivir, Mississippi, Danubio, Támesis, Rin, Hudson, Amazonas, Níger, Miño, Ganges) que han configurado civilizaciones. Luego, en la práctica, faltó hilazón en el relato, hubo cierta dispersión y no se plasmó con la suficiente eficiencia. Pero atrajo a bastante público, y quizá la experiencia necesitaría un recorrido más largo en el tiempo para saber si tiene atractivo para incentivar el turismo cuando acecha la temporada baja y si tiene capacidad para consolidarse en la oferta de la ciudad.

Terminada esta edición, habrá que evaluar con datos su repercusión, así como la calidad de la oferta y la organización. El futuro gobierno municipal deberá decidir si mantiene Ríomundi, si lo refuerza o lo reduce. Quizá el concepto, que requiere más elaboración y una planificación exhaustiva, haya quebrado desde su puesta en marcha en el sentido de que no ha conseguido ser un evento singular, pero ha reunido publico, la idea es acertada, igual que su planteamiento y fecha, y merece una revisión para ver si es posible redefinirla y mantenerla.