Se va consolidando este epílogo al mayo cordobés, en el que se convierte la nueva edición de RíoMundi, que desde hoy y durante 3 días concentrará múltiples eventos en los ámbitos de la danza, deporte, música, gastronomía o artesanía. No se trata de una acumulación de espectáculos en los que aparecen reconocidos artistas, que aunque no sean los más populares en la cultura de masas que nos impone el mercado, tienen una indudable talla y acreditadas trayectorias. Tampoco es una acción aislada, sino que obedece a una programación a la que sumar otras convocatorias muy consolidadas, como la Noche Blanca del Flamenco, Cosmopoética o el Festival Internacional de la Guitarra, que dan alcance a la esencia de una verdadera capital cultural del mundo, que vive más allá de su espléndido acervo histórico y patrimonial. Aportando una forma viva de entender la cultura, más allá de monumentos y museos.

Uno de los aspectos destacables que nos aporta esta explosión de globalización, en la que se rompe el tópico de ciudad provinciana, es el diseño de este evento fusión. En él encontramos expresiones artísticas muy diversas, tanto por su formato como por su procedencia, estando representado todos los continentes alrededor de los escenarios Mississippi, Ganges, Amazonas, Hudson, Rin, Níger, Támesis o Danubio. Se evidencian así los puentes que nos aúnan y enriquecen, las diferentes expresiones culturales que encarnan la vida cotidiana de los pueblos.

Otra reivindicación implícita que destaca es la figura del río como valor en sí mismo. La vida es como un río, señalaría el filósofo... Ríos silentes, eternos y fugitivos, anotaría el poeta. Se recupera como simbología un lugar en cuyo entorno se asientan los pueblos, por el que transitan las culturas, por el que avanza la civilización. Un espacio que no debe servir de frontera ni separación entre sociedades. Sino todo lo contrario: como punto de encuentro, en torno al cual fluye la vida.

RíoMundi, como lo definen sus promotores, es un viaje por el mundo con el Guadalquivir como río protagonista.

Sobresaliente es su carácter popular y abierto, lejos de élites, que lo convierte en un evento transversal, a pié de calle, integrador de barrios, de géneros, de edades y clases sociales. Destaca el carácter interactivo de las sesiones en las que el público deja de tener un aspecto pasivo para sumarse al evento activamente, con talleres de baile, pasacalles musicales, actividades deportivas y lúdicas, en un completo programa, concebido también como un espacio de convivencia y participación ciudadana, que no olvida su papel de sensibilización mediante encuentros con los colectivos vinculados a la defensa de los valores ambientales del río.

Enhorabuena a los impulsores de esta iniciativa, que se traduce en las experiencias y latidos que tanto necesitamos.

* Abogado y mediador