Hay ruido, mucho ruido. Se concentra en torno a lo que según algunos está en peligro: la unidad de España, la bandera, la patria... fruto, como siempre, de la histórica maldad del PSOE que tiene afición a los pactos ocultos con terroristas sean de ETA o islamistas, separatistas y en general con todo el que le quiera hacer daño a España.

Como los pactos son ocultos, tiene la ventaja de que no hay que demostrarlos, con lo que se puede difamar gratis como lo está haciendo la derecha en todas sus versiones.

Que el 11-M tenga sentencia firme del Supremo, que al fin de ETA contribuyeran más el PSOE y Rubalcaba que las proclamas del PP, que la Asociación de Víctimas del Terrorismo desmintiera a Pablo Casado sobre el acercamiento de presos al País Vasco, que Aznar negociara en Suiza con ETA, que los independentistas tumbaran los Presupuestos del Gobierno porque no habían obtenido ningún avance en sus reivindicaciones, que el referéndum separatista se produjo con el gobierno del PP... En definitiva, que la realidad desmienta tozudamente las mentiras vertidas es indiferente.

Lo importante no es la realidad ni la verdad, sino la percepción que de ellas se tenga y en eso trabajan.

Pero al margen del ruido, el 28-A decidirán el rumbo económico de un país que aún no ha superado parte importante de la crisis cuando ya se anuncia el enfriamiento de la economía internacional. La austeridad ha sido ruinosa y el estado del bienestar no fue el causante de la crisis sino el exceso de los bancos que estamos pagando entre todos.

Como receta que todo lo cura PP y Cs anuncian una bajada masiva de impuestos. Los economistas sabemos que los impuestos son solo un instrumento al servicio de los objetivos a conseguir crecimiento, empleo, gasto público, etc. ¿Qué significa bajar los impuestos sin ese marco de referencia? Regalarle el oído a los electores.

Si el nivel de ingresos disminuye hay que explicar qué gastos se van a suprimir en infraestructuras, sanidad, educación, investigación, pensiones... para ofrecerle a los ciudadanos el paisaje completo de lo que va a ocurrir. La tesis liberal de que bajando impuestos sube la recaudación es pura ideología: no hay un solo ejemplo histórico donde haya ocurrido así.

La salida de la crisis pasa por el crecimiento de la actividad económica generadora de empleo, márgenes empresariales positivos y como consecuencia mayor recaudación sin subida de impuestos.

Sin gasto en las políticas claves, sin inversiones públicas y privadas solo hay recesión y paro.

Algunos expertos lo describen con sencillez. El gasto de unos es el ingreso de otros.

Si nadie invierte en comprar a los demás la recesión está asegurada.

Esto es de lo que hay que hablar porque es lo que de verdad importa y el himno de la Legión déjenselo para el Tercio.

* Exvicepresidente de la Junta de Andalucía