L a realidad se nos presenta a los humanos como un enorme continuum en el espacio y en el tiempo. Su reflejo en nuestro cerebro procede de nuestras sensaciones y percepciones. Pero para poder crear conceptos útiles, dada nuestra limitada capacidad para abarcarla en su totalidad, la acotamos en parcelas. Con las señales que recibimos por los sentidos junto a las depositadas ya en la memoria, nuestra mente genera unas nociones-reflejo análogas a la realidad. Creamos modelos lógico-matemáticos, con fórmulas, ecuaciones, gráficos y vectores, para operar con estas copias y obtener resultados con los datos de la experimentación. De esta forma fueron surgiendo las distintas ramas del conocimiento y las aplicaciones técnicas. Así era hasta mediados del siglo XX el Pensamiento Analógico.

La lógica binaria fue establecida por dos matemáticos, el alemán Leibniz (siglos XVII-XVIII) y el inglés George Boole (siglo XIX), que en principio solo dio lugar a rudimentarias maquinas de calcular con palancas y engranajes o a los telares de Jacquard con tarjetas perforadas. Fue a partir de la invención del telégrafo eléctrico por el pintor estadounidense Samuel Morse a mediados del siglo XIX, cuando se empleó la duración corta o larga (puntos y rayas) de la corriente eléctrica que discurre por un conductor, para transmitir letras y números entre dos puntos distantes.

Así, conviniendo previamente su significación (códigos), utilizando unas señales no continuas o sea discretas, de impulsos eléctricos de «nos» y «ceros», se comprobó que eran más útiles para transmitir y operar que las señales analógicas. Fue a partir de esos momentos, cuando particularmente yo considero que se inició el nacimiento de la Técnica Digital.

La aparición del transistor patentado por el físico estadounidense Shockley en 1947, basado en otros descubrimientos, permitió no solo la transmisión, sino además el procesamiento y almacenamiento de datos digitales. La aportación del ingeniero eléctrico y matemático también estadounidense Claude Shannon en 1949, (hacen ahora setenta años) con su Teoría Matemática de la Comunicación y la asignación del vocablo «bit», abreviatura de «binary digit», como unidad mínima de información dentro del marco de la ingeniería de las telecomunicaciones fueron fundamentales. Posteriormente la creación de códigos binarios: BCD, Hexadecimal, Ascii, NRZ, etc.., permitió la conversión de cualquier señal analógica en conjuntos de unos y ceros, (de cuatro, ocho, dieciséis, treinta y dos o sesenta y cuatro bits), que son tratados hoy día por «chips», o circuitos eléctricos con gran escala de integración fabricados con semiconductores, cada vez más veloces y reducidos en tamaño.

* Ingeniero Grado de Telecomunicaciones