Hay colectivos que su incorporación al mercado laboral en Córdoba es lo más parecido a una carrera de obstáculos. Son las mujeres, los jóvenes y los mayores de 45 años. Este último grupo se vio afectado en gran medida en los años de recesión de tal manera que su realidad actual es mucho peor que la existente en el periodo previo a la crisis.

Las estadísticas oficiales publicadas por la Junta de Andalucía señalan que el número de parados que superaba esa edad en marzo de este año en Córdoba alcanzaba los 34.713. Son un 83% más que los que había en 2008 en esas mismas fechas. Además se da la circunstancia de que la mayoría de este colectivo está formado por mujeres, concretamente un 58%.

Considero que es totalmente injusto que estas personas se vean privadas de un futuro laboral y profesional. No hay ninguna razón para que se queden al margen en los procesos de selección y tengan más dificultades que nadie para poder trabajar. ¿Es que pierden sus cualidades y sus capacidades al cumplir 45 años? ¿Son menos productivos que sus compañeros más jóvenes? ¿Son más lentos a la hora de desarrollar un proyecto? La respuesta es un rotundo «no». Los empresarios deberían ser conscientes de la gran valía de este grupo poblacional debido a la amplia experiencia que acumula, algo que aporta una mayor fortaleza a sus negocios, además de otros «inputs» intangibles que justifican sobradamente un voto de confianza en forma de un contrato laboral. Todo ello teniendo además en cuenta que son personas que necesitan también unos ingresos a la hora de hacer frente a cargas familiares.

Durante los días de precampaña y lo que llevamos de campaña electoral he estado pendiente de los mensajes que lanzaban los distintos candidatos que aspiran a la Presidencia del Gobierno en las elecciones del próximo 28 de abril y lamento que sus referencias a los parados mayores de 45 años hayan sido más bien escasas.

Una vez más, los debates políticos se centran en cuestiones que no están entre los intereses prioritarios de la ciudadanía. Los aspirantes se olvidan en muchas ocasiones de que lo que verdaderamente le quita el sueño a los cordobeses es el elevado número de desempleados que sigue azotando a nuestra provincia, afectando con una mayor virulencia a los jóvenes, a las mujeres y los mayores de 45 años.

Es hora de apostar por medidas eficaces para evitar que tener una determinada edad suponga una condena laboral.

* Presidenta CSIF Córdoba