Se prevé, se intuye, un gobierno de España participado mayoritariamente por el actual al parecer desnaturalizado socialismo, o esa podría ser la tendencia, a cuyo líder los medios sociales de comunicación afines y otros adjuntos voceros, capitaneados por la concernida agencia estatal, lo caracterizan como un gran estadista, que, sin embargo, no se ha inmutado por haber concertado un pacto, acaso tácito y no escrito, con aquellas formaciones políticas afanadas en la desmembración del territorio nacional consolidado desde 1492 y principios del siglo XVI. Siendo España la nación más antigua de Europa centro de un imperio en el que en su momento se dijo nunca se ponía el sol.

Se tiene la impresión que de la organizada crisis institucional y territorial, que hoy tan gravemente incide sobre el solar patrio, en buena medida tan bien subvencionada como arteramente extendida, quizás no se le haga ajena a alguna interesada potencia extranjera, tal vez con la idea que sea nuestra región nororiental, en perenne deslealtad, la más propicia, dada las circunstancias políticas y la debilidad de los gobiernos que hasta ayer al frente del poder ejecutivo se han venido sucediendo, para con ello provocar subsiguientemente no sólo la fractura de otras de nuestras CCAA, como seguidamente avanzaría la vascuence o la litoral-levantina, añadidas las entrañables Islas Baleares e incluso las Canarias, y las imitadoras inmediatas, sino las derivadas segregaciones con soterrados afanes soberanistas de otras tantas zonas regionales del Viejo Continente, ya sean francesas, italianas o en general centroeuropeas, (con la sumada complicación del brexit) desestabilizando o balcanizando lo que tanto está costando coser, puntada a puntada, desde que en 1957 fuera firmado el Tratado de Roma fundacional de la CEE.

Ante este panorama los partidos constitucionalistas, sea cual sea su color, tendrían que unificar sus candidaturas electorales para el 28 de abril a los efectos de la defensa sin fisuras de la unidad territorial de España. No deberían repetirse las experiencias sufridas.

* Doctor ingeniero agrónomo . Licenciado en Derecho