Como es sabido, la preocupación por el deterioro del medio ambiente ha venido impulsando desde hace algún tiempo el activismo de importantes organizaciones ecologistas (Greenpeace, WWF, Adena, Ecologistas en Acción, Equo...). Ahora, sin embargo, la movilización social sobre el cambio climático ha dado un giro importante, en la medida en que no se circunscribe a los grupos más conscientes e informados, sino que se extiende a amplias capas de la sociedad, especialmente a los más jóvenes. Miles de jóvenes de distintas ciudades europeas se movilizan en los llamados Fridays for Future para protestar contra lo que entienden pasividad de las autoridades políticas ante este problema.

La transición energética

Se sabe que una de las razones principales del cambio climático es, junto a otros factores, la creciente emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero. Y se sabe también que ello es provocado por nuestro modelo de desarrollo económico, basado sobre todo en el consumo masivo de energías fósiles. De ahí que se hable de la necesidad de impulsar un proceso de transición energética que conduzca a una reducción de esas emisiones y que apueste por el uso de energías renovables en la mayor parte de los sectores de actividad.

Las orientaciones de la UE en materia de cambio climático y de promoción de la economía circular y de modelos productivos hipocarbónicos, son un paso adelante en la buena dirección, reflejándose ya en las políticas comunes, como la agraria (PAC), y en los programas impulsados desde la DG de Acción por el Clima. Sin embargo, estas iniciativas chocan en la práctica con la compleja realidad de los países miembros de la UE, ya que los gobiernos nacionales tienen que implementarlas en sus territorios debiendo conciliar no pocos intereses diversos y hacer frente a no pocas resistencias por parte de los grupos afectados por las nuevas políticas.

De ahí que los acuerdos internacionales sobre el clima (como el Acuerdo de París de hace cuatro años) suelen quedarse en el ámbito de los grandes compromisos, que si bien luego son expresados en planes concretos de acción a escala nacional o regional, son evidentes las dificultades para aplicarlos.

Implicación empresarial

Es por esto que, más allá de la buena voluntad de los gobiernos y del necesario empuje de las movilizaciones ciudadanas, resulta también fundamental la implicación del sector empresarial en la lucha contra el cambio climático y a favor de la transición energética, dado su relevante protagonismo en el actual sistema económico. No ya por un compromiso de responsabilidad social corporativa, sino por un simple cálculo económico, los empresarios deberían ser los primeros interesados en abordar cambios en los modelos productivos de sus empresas, introduciendo criterios de eficiencia en el consumo energético y en la gestión de los residuos. De hecho, ya hay interesantes iniciativas en este sentido, con innovaciones significativas en diversos sectores empresariales, como el automovilístico, el agroalimentario o el energético. Este es también el caso del sector de la iluminación ornamental y artística, donde el grupo empresarial Ximenez Iluminación lleva desde hace varios años desarrollando interesantes proyectos de innovación en el uso de lámparas de bajo consumo, contribuyendo así a la transición energética en su campo de actividad. En esa misma línea de actuación, el citado grupo empresarial ha dado un paso adelante con la creación de la Fundación Ximenez, orientada a promover debates sobre el tema del cambio climático, apoyar acciones que impulsen la transición energética e impulsar la cooperación con las instituciones científicas y tecnológicas.

Esta Fundación organiza el Primer Foro de Primavera sobre Cambio Climático y Transición Energética, que tiene lugar mañana 25 de marzo en Puente Genil, sede matriz del grupo Ximenez Iluminación, y en el que participan cualificados expertos. Es una ocasión para debatir sobre las distintas dimensiones de un problema, como éste del cambio climático, que nos debe preocupar y ocupar a todos en tanto que pone en riesgo el bienestar de nuestra sociedad y la sostenibilidad de nuestro planeta. Sean bienvenidos los empresarios a este reto que atañe a toda la sociedad.

* Catedrático de Sociología del CSIC y miembro del patronato de la Fundación Ximenez