Me afilié al PSOE el día uno de julio de 1977. A pesar del retraso en afiliarme, llevaba militando, ideológicamente y sin carnet, desde que me incorporé como estudiante a la Facultad de Ciencias de la Universidad de Córdoba, en octubre de 1975. Participé activamente en la campaña de las elecciones generales del 15 de junio de 1977 y fui interventor del partido por primera vez.

La militancia en el PSOE no la da el carnet del partido. El carnet da la afiliación, la militancia la dan las ideas, el trabajo y el compromiso en defensa de un proyecto político. En los 140 años de historia de nuestro partido, miles de compañeros y compañeras, han entregado lo mejor de ellos y ellas, incluso la propia vida, por ser socialistas. Daba lo mismo que tuvieran, o no tuvieran, carnet, del PSOE o de la UGT. Cuando los fusilaban o cuando los metían en la cárcel nadie les pedía el carnet, eran socialistas.

El PSOE no es solo el partido de los afiliados o de los militantes con carnet. El PSOE es el partido de los millones de hombres y mujeres que a lo largo de la historia han depositado su confianza en nuestras siglas y nuestros dirigentes para transformar la realidad económica y social de nuestro país, y mejorar las condiciones de vida de los sectores más desprotegidos.

El PSOE, en el que llevo militando casi 42 años, ha sido, hasta hace poco tiempo, un partido en el que hemos confrontado nuestras ideas y nuestras legítimas aspiraciones de dirigir o representar al partido en las instituciones, desde la lealtad con los compañeros y compañeras con los que estábamos confrontando, y siempre, siempre, con lealtad al partido.

Los procesos de elección, a nivel interno, o para representar al partido en las instituciones, se han modificado con el paso del tiempo, pero hay algo que no ha cambiado, ni debe de cambiar nunca. Tenemos que elegir para que nos representen en las instituciones a los compañeros y compañeras que tengan más liderazgo social para conseguir el respaldo de la ciudadanía y más capacidad para gestionar las tareas de gobierno que los ciudadanos nos encomiendan y delegan.

Los afiliados y afiliadas, a nivel individual, y los diferentes órganos de dirección a nivel político tenemos que tener la capacidad y la inteligencia política para proponer en cada caso a los compañeros y compañeras que mejor nos representen.

En el caso que nos ocupa en estos días, la elaboración de la candidatura al ayuntamiento de Córdoba, la norma dice «La Comisión Ejecutiva Provincial, teniendo en cuenta las propuestas de la militancia, oído el candidato o candidata».

La Comisión Ejecutiva Provincial, en ausencia de la mayoría de sus miembros, asumiendo una delegación del Comité Provincial que no está recogida en la normativa, ha presentado una propuesta de candidatura en la que ha tenido en cuenta única y exclusivamente los resultados de las asambleas, resultados que el resto de participantes en el proceso desconocemos.

La valoración de la gestión de los actuales integrantes del grupo socialista y la experiencia profesional en gestión pública de otros compañeros y compañeras, propuestos también por «la militancia», de sobra conocida por la Ejecutiva Provincial, no se ha tenido en cuenta. Da la impresión de que la Ejecutiva Provincial cuenta mucho pero oye poco.

La ceguera política de nuestro secretario general y la defensa numantina de los intereses de un grupo minoritario que nada tienen que ver con los intereses generales del partido y de la ciudadanía que nos apoya, nos han colocado en una situación difícil y compleja que tenemos que resolver desde el rigor y la responsabilidad.

A partir de ahora, la aprobación de la candidatura que los socialistas cordobeses presentaremos al veredicto de la ciudadanía cordobesa, después de cuatro años difíciles e intensos, en los que por primera vez, desde la transición democrática, hemos tenido la oportunidad de tener una alcaldesa socialista, dirigiendo el gobierno de la ciudad, corresponde a los órganos superiores del partido.

Como siempre aceptaré disciplinadamente los acuerdos que se adopten por los órganos de decisión del partido y trabajaré para que Córdoba siga teniendo como alcaldesa a una gran persona, y mejor socialista.

* Militante del PSOE, con carnet