Durante los días 23, 24 y 25 de enero próximos, Fitur celebra su 39 edición y serán los profesionales de todos los países del mundo --operadores turísticos, conventions bureau, asociaciones profesionales, agentes de viajes, organizadores de congresos, instituciones y un largo etcétera--, los que aprovecharán este evento para iniciar contactos y, a posteriori, consolidar las relaciones iniciadas en Fitur a través de acuerdos comerciales directos, con el fin de promocionar y «vender» las ciudades y los negocios a los que estos colectivos representan.

Cualquier ciudad que se precie debe tener un Convention Bureau lo suficientemente activo para que su ciudad sea un referente dentro del turismo MICE. En los últimos tiempos han proliferado los palacios de congresos en las distintas ciudades y estas, con las infraestructuras adecuadas, son las más activas, y emprendedoras. Son los conventions bureau más incisivos los que consiguen a través de visitas personales, presentación de candidaturas, labores específicas de promoción, los que consiguen captar para sus ciudades tanto los congresos nacionales como internacionales, a los que se presentan candidaturas.

A la vista de esta introducción, me pregunto: ¿Dónde está Córdoba? ¿Qué hace Córdoba? ¿Qué fuerza y pujanza tiene nuestro Convention Bureau? ¿Podemos propiciar un desarrollo del turismo de congresos en nuestra ciudad con un Palacio de Congresos trabajando a la mitad de su capacidad y sin un Convention Bureau con unas acciones predefinidas?

A modo de recordatorio, sería importante conocer que durante los días 18 y 19 de noviembre del año 1991 se realizan en Córdoba, propiciadas por el Ayuntamiento de Córdoba, unas jornadas sobre la creación del Córdoba Convention Bureau. Que en el año 1994, exactamente el 21 de julio, se firma un acuerdo marco de concertación suscrito entre el Ayuntamiento de Córdoba y la Confederación de Empresarios CECO, donde se recoge textualmente: «Colaboración en la puesta en marcha del Córdoba Convention Bureau acordando sus planes de actuación con el objetivo de potenciar la actividad congresual en la ciudad de Córdoba, correspondiendo la representación empresarial a la Confederación de Empresarios de Córdoba a través de la cual se canaliza la aportación económica de las empresas». El 23 de julio de 1998, se constituye la Asociación Córdoba Convention Bureau con la presencia de más de 30 empresas, con la participación, con voz y sin voto, de Ayuntamiento, Diputación, Cámara de Comercio y Confederación de Empresarios de Córdoba principalmente.

Después de una actividad ilusionante y con el prurito de haber sido el primer ente empresarial con apoyo institucional de la península, el Convention Bureau empresarial llegó a su fin. Es en el año 2010 cuando dentro del Consorcio se crea el programa Córdoba Convention Bureau y se recoge la firma del empresariado como miembros adheridos, siendo la sede del mismo la calle Rey Heredia 22, sede del propio Consorcio. La participación de las empresas en este Convention creado dentro del Consorcio, se hacía a través de dos modalidades distintas: como miembros adheridos o como miembros colaboradores. Decir que la labor desarrollada durante estos años por el Convention Bureau fue digna de destacar y que nuestra presencia activa en ferias del sector y actividades realizadas para propiciar congresos en nuestra ciudad fue múltiple y exitosa.

La desaparición del Consorcio de Turismo y la implantación del Imtur propició un nuevo Convention Bureau, descafeinado, con escasa aportación económica y con un director de área, con grandes dificultades para salir al exterior a vender nuestro producto.

Por todo ello, en estas fechas tan señaladas, tengo el deber y la obligación de exigir, a los responsables políticos que tienen capacidad de decisión en la gestión pública, la necesidad de potenciar nuestro Convention Bureau con los siguientes objetivos específicos: captación de congresos y convenciones; presentación de candidaturas, tanto para congresos nacionales como internacionales; figurar como ente coordinador ante las instituciones públicas y privadas, y asesoramiento sobre las infraestructuras y servicios en nuestra ciudad.

Con las iniciativas adecuadas, con las herramientas necesarias y con la colaboración pública-privada, conseguiríamos situar a nuestra ciudad dentro del grupo de las principales ciudades nacionales receptoras de congresos. A partir de ello, con el trabajo eficaz y profesional del Convention Bureau, podremos reconvertir a Córdoba en una auténtica Ciudad de Congresos.

* Presidente provincial de la Asociación de Organizadores Profesionales de Congresos (AOPC)