Yo no me creía que fuera tan inteligente. Se ve que es mi genética y que el país, gracias a su política educativa, va mejorando en su nivel mental. Lo digo porque en las noticias estas navidades, para hacérmelas más felices, me dieron la idea de pensar, y me sale muchísimo más barato utilizar un avión público que viajar en tren o en autobús, como viajan los pringados que aún no alcanzan mi nivel intelectual; porque coche no quiero, ni ganas de meterme en uno de esos atascos kilométricos, y menos ahora, que me podría atrapar un temporal de nieve; y además yo soy ecologista y hago todo lo posible por evitar la contaminación, ya que nuestro planeta se está ahogando con la cabeza metida en una bolsa de plástico llena de dióxido de carbono. Así que en mis próximas vacaciones, aunque sea un fin de semana para oír un concierto, voy a solicitar un avión público, y me planto en un momento donde quiera, porque como el dinero público no es de nadie y yo pago mis impuestos, soy el dueño de una parte de ese aparato, aunque sea de un tornillo, y del piloto, y del aeropuerto, y hasta del cielo. ¡Y a volar, guapetón! Es fácil. El avión va por los aires y a mucha más altura que los drones. ¡Cómo no se me había ocurrido antes, con lo inteligente que he descubierto que soy! Que tengo problemas en un atasco y no quiero llegar tarde a los toros, teléfono y avión público; que necesito pasar unas vacaciones en la playa, porque estoy muy estresado de tanto pensar, teléfono ¡y a surcar los cielos! Todo me pertenece, porque yo soy el pueblo, y el pueblo es el dueño del poder. También son míos el tiempo del piloto, la gasolina, el bocadillo, la escalera y el aire. Por eso no he querido más Reyes Magos que un móvil nuevo y el número para llamar a mi avión, a mi aeropuerto, a mi piloto, a mi playa, a mi concierto, a todo. La facilidad es primordial en estos tiempos de masificación y prisas. Y lo pago con mis impuestos. Pero mejor no le digo a nadie mi idea genial, porque como a todo el mundo le dé por ahorrarse dinero viajando en aviones públicos, entonces voy a tenerme que buscar otra manera, pues no va a haber aeropuerto suficientemente capaz, por más que construyan para que no sirvan para nada, y, además, en este país mío cada vez hay más gente lista y guapa.

* Escritor