Recientemente, en el seno de la Comisión para la Transformación Digital de la Empresa de la Confederación de Empresarios de Córdoba, Enrique Benayas, director general del ICEMD (Instituto de la Economía Digital), ha ofrecido una interesante conferencia bajo el titulo Transformación Digital o Re-invención. En la misma hace un repaso a las principales tecnologías disruptivas que actualmente están transformando la forma en la que se están haciendo los negocios y sentencia: «El objetivo de la tecnología es hacer felices a nuestros clientes». Más allá de que podamos entender o conocer de digitalización y tecnología, esta es la clave: ¿Sabemos satisfacer a nuestros consumidores y usuarios? Está claro que sin esa premisa difícilmente podemos pensar en la sostenibilidad de nuestras empresas a medio y largo plazo.

Aprovechando que entre el público asistente a la cita hubo muchos empresarios y directivos y algún político con aspiraciones a la Alcaldía de Córdoba, mi pregunta es la siguiente: ¿Se preocupan nuestros políticos de hacer felices a sus clientes, es decir a todos nosotros? La política va también de gestión, y en este contexto la tecnología hoy ocupa un papel esencial.

Siguiendo con el guion de Enrique Beyanas sobre cómo abordar esta transformación, la principal premisa es el convencimiento de que la alta dirección en la empresa la ocupa el CEO, y en nuestra administración los responsables políticos elegidos para gobernar. Administraciones y empresarios debemos caminar juntos y alineados. Ejemplos de sectores cerrados a proveedores externos se han rendido finalmente ante el empuje de startups, generadoras de servicios mejor adaptados a las necesidades de los clientes. Cabe preguntarse ¿y por qué no la Administración? ¿qué le impide abrir sus sistemas para que empresas puedan desarrollar servicios que se adapten a las necesidades de los ciudadanos? Es un paso valiente pero, sin duda, cada vez es más necesario.

* Presidente Comisión para la Transformación Digital (CECO)