Todo lo sucedido con los separatistas catalanes está más que documentado. Aunque basta con dar un vistazo en las hemerotecas y a los tropecientos vídeos existentes, los separatistas, mediante la inestimable cooperación del gobierno Frankenstein, con Sánchez y demás Calvos a la cabeza, y las ayuditas del muy presentable Iglesias, ahora pretenden que veamos como blanco lo que es negro, filosofando sobre lo que es o podría ser un delito de rebelión, diciendo no sé que cosas sobre que para haber rebelión hacen falta armas (¿?). Da hasta vergüenza explicarlo, pero esa argumentación es, por ejemplo, como si para que hubiera un delito de acoso sexual debiera existir siempre un pene en erección.