Ha aumentado de modo preocupante el numero de jóvenes que padecen aburrimiento, y huyen como locos de ese estado de desesperación indeseable. Aburrirse es inaguantable y más en un joven que naturalmente demanda divertirse de modo intenso y constante. Un joven aburrido se expone con mayor riesgo a desembocar en conductas adictivas, nocivas.La tecnología mal llevada hace a los jóvenes, más esclavos. Si en una sociedad el conjunto de jóvenes se aburre, es porque les aburre la misma sociedad que los acoge y agita. Algo huele a fracaso institucional porque no sabe presentar alternativas.