Las estafas son una práctica generalizada desde que existe el ser humano, y el estafador suele ser una persona sin empatía, a la que no le importa lo que le pase a sus víctimas. Pero hasta en eso hay grados. Por eso cabe preguntarse cómo ha podido la agencia Wiajera dejar en tierra a los padres del niño que murió ahogado durante una excursión escolar a los Baños de Popea, que iban a reunirse con su familia en Bolivia para la fiesta de Todos los Santos. Un corazón endurecido hasta el extremo.