Cada año, el 19 de octubre se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama como recordatorio del compromiso de toda la sociedad en la lucha contra el cáncer de mama.

Hoy es un buen día para concienciar a todas las mujeres de que la prevención, revisión y actitud son fundamentales para vencer el cáncer, y en concreto el de mama, que es el tumor más frecuente en las mujeres occidentales.

Hace unos meses en una revisión rutinaria me detectaron cáncer de mama, ¡menudo susto!. En el momento en el que me dieron la noticia estaba con una amiga, ella se puso a llorar, y le dije: «No llores, que el cáncer lo tengo yo. Déjame 5 minutos para interiorizar la noticia y analizar cómo voy a luchar contra el cáncer».

Estoy casada y tengo 3 hijos pequeños, tengo hermanos, cuñados, suegros y amigos. Mi primer pensamiento fue para mi marido y mis hijos, cómo se iban a tomar la noticia, me armé de valor y se lo conté convencida de que iba a ganar la batalla al cáncer. Si ellos me veían animada, con fuerzas y positiva era imposible que ellos se lo tomaran mal, y, así fue.

Durante finales del mes de julio y el mes de agosto, me hicieron innumerables pruebas en el Hospital Provincial de Córdoba, biopsias, resonancias, ecografías..., los resultados no fueron tan buenos como esperábamos, pero tenía tratamiento, en principio 25 sesiones de radioterapia.

Yo pensaba en los 25 días que tendría que ir al hospital, 25 días en los que a lo mejor no podría estar al 100%, y 25 días en los que no podría ir a trabajar.

En una cita con el radiólogo me comentó la posibilidad de darme radioterapia intraoperatoria, es decir, que el tratamiento se ponía en la misma intervención. Para mí fue un punto y aparte, y todo empezó a cambiar, era una buenísima noticia y me llenó de fuerza y valor, para afrontar la operación al 100% de positivismo. El equipo oncológico, gracias al cual me evitaba las 25 sesiones de radioterapia, había sido donado por la Fundación Amancio Ortega (a día de hoy ese equipo solo está funcionando en Córdoba).

Desde aquí quiero agradecer a todo el personal del Hospital Provincial de Córdoba, a la unidad de oncología, a la de cáncer de mama y a la de radioterapia por su profesionalidad y humanidad, pero tampoco no quiero dejar pasar la oportunidad para darle las gracias a la Fundación Amancio Ortega por su generosidad. Su donación a la sanidad pública española fue de 230 millones de euros y de los cuales, 40 millones llegaron a Andalucía.

Cientos de personas se han podido beneficiar de este novedoso tratamiento y entre ellas, muchísimas mujeres que han tenido cáncer de mama como yo, y que gracias a este tipo de tratamientos menos invasivos podemos decir que ya no tenemos cáncer.

Desafortunadamente han pasado casi dos años desde la donación y solo está funcionando un acelerador, el de Córdoba, el cual afortunadamente he podido utilizar. Aunque hoy no es un día para hacer política sí hay que poner en evidencia que la mala gestión del Gobierno socialista andaluz está haciendo que teniendo varios aceleradores para poder tratar a miles de andaluces enfermos de cáncer, solo esté funcionando uno en Andalucía.

Es importante dar las gracias a todo el personal que trabaja cada día para que los enfermos de cáncer nos curemos, ya que contamos con los mejores profesionales, pero desde dentro me he dado cuenta de que necesitan mucha ayuda: los profesionales sanitarios en Córdoba están saturados, con una presión asistencial elevadísima, pero gracias a su trabajo, compromiso y horas extras, los pacientes oncológicos estamos bien atendidos.

Yo ya estoy curada, ya no tengo cáncer y esta rapidísima recuperación se debe al acelerador donado por la Fundación Amancio Ortega, si no hubiera recibido este tratamiento, aun no estaría recuperada, con lo cual valoren ustedes.

* Candidata número dos de Ciudadanos Córdoba al Parlamento de Andalucía