Un año más celebramos el Día de la Virgen del Pilar, Patrona de nuestra Guardia Civil. . La Benemérita en el primer Cuerpo de Seguridad Publica de ámbito estatal español con despliegue en todo el territorio nacional, conformado como Instituto Armado de naturaleza militar, organización a la que hace alusión en sus artículos 28 y 29 nuestra Constitución.

Este año se ha celebrado el XXX Aniversario de la creación del Seprona, Servicio de Protección a la Naturaleza, cometido este consustancial con el ser y el deber de la Guardia Civil, dedicada desde su creación a velar por la seguridad de los caminos y parajes de la geografía española. Del Seprona se dice que es la primera «policía medioambiental» europea. Es otra seña característica de la adaptación de la Guardia Civil con el paso del tiempo a aquellos cometidos más demandados por los ciudadanos. Es fundamental la preservación del medio ambiente para las generaciones venideras.

Especial mención se merece la conmemoración del XXX Aniversario de la incorporación de la mujer a la Guardia Civil. Mujeres, las pioneras, llenas de valor y de vocación de servicio inquebrantable que quisieron abrazar el honor como su principal divisa y que abrieron el camino para que hoy las mujeres guardias civiles sean unas compañeras más, en las patrullas que dan seguridad a nuestros pueblos, en las unidades que luchan contra la criminalidad organizada y el terrorismo, en la vigilancia del tráfico, del espacio aéreo o del marítimo. Enhorabuena sincera.

Y el próximo diciembre, celebraremos un aniversario aun más importante que los anteriores, el 40 Aniversario de la Constitución Española. La misma que, siguiendo los mandatos de jueces y fiscales, defendieron nuestros guardias civiles hace tan solo un año ante la crisis política de Cataluña. De aquellos días de tensión insoportable surgió un clamor y una admiración popular hacia los guardias civiles, como asimismo hacia nuestra Policía Nacional. Paralelamente, surgió la demanda de unas retribuciones justas para estos servidores de la Ley a los que tanto debemos. Pasado un año, parece que la tan nombrada equiparación salarial va a ser una realidad inmediata. Es de justicia que así sea.

Frente a las presiones, ahí siguen nuestros guardias civiles, abriendo nuevos caminos de futuro con cuerpos hermanos como la Gendarmería Nacional francesa, que ha formado este año una compañía de gendarmes en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro. En el presente curso escolar, una compañía de guardias civiles será formada en la Academia de la Gendarmerie. Ahí siguen nuestros guardias civiles, redoblando esfuerzos para terminar con la impunidad de las bandas de narcotraficantes que campaban por el Campo de Gibraltar. Ahí siguen nuestros guardias civiles, en las operaciones marítimas en el Mediterráneo, en las fronteras terrestres con África y en las costas andaluzas y levantinas, haciendo frente a las mafias que trafican con seres humanos y actuando con la profesionalidad que les caracteriza en el control de los flujos migratorios irregulares.

Y aquí siguen nuestros guardias civiles, los de Córdoba, los que vigilan nuestras carreteras, nuestros pueblos y nuestros campos. A los que hay que felicitar de nuevo por los buenos resultados en la prevención de robos en el campo, que como anunció la subdelegada del Gobierno en Córdoba, han descendido un 20% en un año.

Por todo esto es un motivo de celebración el Día de la Patrona, en el que los ciudadanos compartimos con los guardias civiles y sus familias toda la satisfacción por existir en España un Cuerpo tan querido y tan necesario. Cada vez más necesario, y más solicitado en los pueblos y ciudades y cada vez más exigente la demanda de un número suficiente de guardias civiles para atender con más cercanía y prontitud al ciudadano. Si es de justicia exigir la ayuda y presencia de la Guardia Civil ante la adversidad, la emergencia o el peligro, también es de justicia dotarles de recursos adecuados para que dispongan de herramientas eficaces contra las nuevas formas de criminalidad, para que los cuarteles cobren la vida de otros tiempos y para que el guardia civil y sus familias sigan siendo vecinos en nuestros pueblos. Vecinos que han elegido dedicar su vidas a garantizar la seguridad de todos nosotros.

Mi admiración, afecto y solidaridad a los guardias civiles cordobeses, por su labor del día a día, ya que a pesar de las duras condiciones en que prestan su servicio, siguen dejando lo mejor de sí mismos por nuestra seguridad. Felicidades a esa gran familia benemérita cordobesa. Viva la Guardia Civil. Viva España.

* Presidente Hermandad de Amigos del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil (Habecu)