En lugar de purga, yo puedo hablarles de ceses y cambios de acuerdo a criterios profesionales». Así se expresó Rosa María Mateos durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, para dar explicaciones por la convulsión a que ha sometido a RTVE pese a ser administradora provisional. Lo de «criterios profesionales» no es una novedad. Llevo oyéndolo , especialmente a dirigentes del PSOE en TVE, desde hace tiempo. Cuando alguien criticaba una evidente manipulación en los servicios informativos, la respuesta siempre era la misma. Esa valoración de la noticia o su no emisión se ha debido a «criterios profesionales». Naturalmente la perversión del lenguaje oculta la verdad: han sido criterios políticos. Rosa María Mateos, a la que personalmente le tengo el aprecio de haber sido colega en TVE, no ha soslayado esa perversa frase que ya se ha convertido en tópico. A raíz de su intervención me acordé de otra mujer, también colega mía en RTVE, Pilar Miró. Nunca la oí pronunciar la citada frase y sí se atuvo a criterios verdaderamente profesionales cuando fue nombrada, por Felipe González, directora general del Ente RTVE. Eligio, en lo posible, a los que realmente sabían de televisión y a los que ella consideraba los más aptos, sin mirar con una lupa si tenían carnet del PSOE. Pilar conocía bien la Casa pero era peligrosa por tomarse a pecho lo de la profesionalidad. Fue destituida. Rosa María dijo en el Congreso lo de siempre y nadie tuvo que criticárselo. Termino con esta matización: la diferencia entre esos «criterios profesionales» y los que le costaron el cargo a Pilar Miró.

* Periodista