Absolutamente injusta es la imagen que está dando la Universidad Camilo José Cela a la sociedad española sobre el proceso de conseguir una Tesis Doctoral. La extrapolación infundada es un «deporte» social en España y, por tanto, se está dañando todo el sistema universitario español. La actitud del avestruz ante el peligro de claro de desprestigio de la Conferencia de Rectores (CRUE) y Ministerio es descorazonadora y alienta la mala imagen de las escuelas o comisiones de doctorado de la universidades españolas, que hacen, en general, una labor encomiable para garantizar la calidad de las tesis presentadas para ser defendidas, no sin graves problemas en algunos casos.

Los miles de doctorandos actuales han recibido un torpedo en la línea de flotación al ver, atónitos, cómo se puede obtener el título de Doctor. ¿Cómo justifican el tremendo esfuerzo continuado (4 a 6 años) que les exige los directoras/es, el grupo de investigación, el departamento y la Comisión de Doctorado? Vaya este artículo en honor a los doctorandos. Conozco el calvario de hacer una verdadera tesis de manera seria así como hacer una tesis con tranfullas, marrullerías, el copy-paste etc. He dirigido y co-dirigido 83 tesis, he dirigido la Comisión de Doctorado de la UCO durante casi seis años, he impartido más de 20 charlas sobre el doctorado y redacté en su día el Decreto sobre la distinción de «Doctorado de Calidad».

El caso de la tesis de nuestro presidente del Gobierno ha supuesto un duro golpe para mí, demostrándome que todavía son posibles los by-pass a la seriedad y calidad de una tesis doctoral. Me entristece y deprime mucho esta dinámica. Obviamente se usan perfumes, ambientadores o tinta de calamar (ej. aforamientos) con un inusitado despliegue de medios para desviar la atención pública. He aquí algunos comentarios:

--La cinética ultra-rápida de los estudios de doctorado del Dr. Sánchez, inimaginable para españolitos de a pie, pone de manifiesto el trato de favor y el presunto enchufismo. ¿Dónde están las actas de los cursos de Doctorado?

--La directora de la tesis, responsable de dar el visto bueno final para iniciar los trámites para aprobar y defender la tesis, no ha aparecido más que en la portada de la tesis. Da la impresión de que no se enteró de nada a pesar de su gran responsabilidad como tal. Ni siquiera está entre los autores del libro que se publicó derivado de la tesis. ¿Por qué no dirigió la tesis el exministro Sebastián y todo su equipo del Ministerio de Economía que han tenido un protagonismo muy superior a la directora de paja?

--El prestigio de la Universidad Privada Camilo José Cela (UCJC), no es alto según los últimos rankings de las Universidades Españolas. ¿Por qué no hizo la tesis donde estudió la Licenciatura de Economía? ¿Cómo buscó una universidad privada para defender su tesis un alto cargo socialista? ¿Buscaba presuntamente un «colador» con agujeros de mayor superficie de paso?

--El Tribunal que la juzgó ha sido calificado de bajo nivel e inadecuado (ej. falta de conocimientos acreditados en el área específica de la tesis). Dos miembros del mismo publicaron al menos un artículo previo con el doctorando que se examinaba y cuyo contenido fue incluido en la tesis. Incluso un miembro del Tribunal y no la directora han publicado con el Dr. Sánchez un libro posterior con el 70% del contenido de la tesis.

--La defensa de la calidad de la tesis puesta en duda se ha hecho desde la Moncloa y no desde la UCJC. Han dispuesto de empresas externas que ponen de manifiesto los plagios además de los fontaneros. ¿Quién ha pagado este gasto? Además, ahora una de las empresas dice que la Moncloa ha manipulado sus resultados (del 0,95% de plagio a un 30% real). En otro orden de cosas. ¿Se ha demostrado la trazabilidad entre el texto manuscrito y la versión electrónica, única que se puede someter a los programas anti-plagio?

Deben asumirse responsabilidades y tener en cuenta que el ejemplo es la forma más elegante de sustentar la autoridad de un líder como usted pretende ser. Ha hecho daño a la Universidad Española y especialmente al doctorado, la joya de la corona de una universidad de prestigio donde se combinan la docencia y la investigación. ¿Qué necesidad tenía del título de Doctor?

Ayúdenos, Sr. Presidente, a recuperar el prestigio de la Universidad Española perdido tan abrupta e injustamente este nefasto 2018, que empezó con el caso Cifuentes de infausta memoria.

Afortunadamente, esta imagen tan nefasta que dan los medios de comunicación no se corresponde con la realidad universitaria de España. La CRUE y el equipo del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades deben asumir la iniciativa de mejorar la idea equivocada que se está forjando en la ciudanía española. No se pueden utilizar los títulos universitarios como argumento de disputa entre partidos políticos.

El «engorde» de currículos no es la causa principal del interés de algunos políticos que tienen una «nómina política» sin continuidad y buscan en la universidad su futuro fuera de la política.

* Profesor jubilado. Universidad de Córdoba