Las últimas mujeres asesinadas por sus criminales parejas pidieron ayuda desesperadamente a las diferentes instituciones y organismos creados «teóricamente» para defender a la mujer, y a la vista está que, desgraciadamente, no les sirvió de nada. Me pregunto si esas organizaciones son simplemente meros postureos políticos y grandes colocaderos de familiares y amiguetes. ¡Así no podemos seguir! Y por contra, la «tía» que pone una denuncia falsa de malos tratos contra su pareja, en un procedimiento de divorcio: a ese hombre sí que lo encarcelan rápido y corriendo, sin darle siquiera opción a defenderse. ¿Qué está pasando aquí? ¿Hemos perdido el norte? Seguimos con el paso cambiado, y siguen matando mujeres, porque la Administración no las protege. Así de claro.