Este verano se ha constituido en Andalucía la Plataforma de Profesionales del SAS por un baremo justo. La forman sanitarios, la mayoría de enfermería (recién titulados, interinos, personas que han aprobado oposiciones sin plaza...) que cuestionan el baremo que aplica el Servicio Andaluz de Salud en su bolsa de contratación temporal. No está de acuerdo con los méritos que contempla este baremo (hasta un tope de 55 puntos por experiencia laboral y hasta 65 puntos por otros méritos y formación), pero, además, quiere llamar la atención sobre las posibles prácticas fraudulentas con las cuales algunos aspirantes consiguen «engordar» su puntuación, como trabajos de investigación realizados con sorprendente rapidez (los llaman ‘churriposters’ y afirman que hay empresas que los venden a los aspirantes). La plataforma pide al SAS que revise el sistema, y el SAS responde que está comprobando la documentación y que si los méritos de los candidatos se adaptan a los requisitos serán validados. Es evidente que el SAS no quiere limitar las posibilidades de empleo que ofrece su bolsa de contratación temporal a los profesionales con más antigüedad laboral acumulada, pero estas acusaciones merecen al menos atención. Es asombroso que no haya ningún aspecto de la administración pública en el que no se cree el riesgo de la picaresca. Por eso está bien el anuncio de la Junta de Andalucía de que escuchará al colectivo.