Los carburantes para los automóviles cambiarán de nombre el próximo mes de octubre. En las gasolineras de toda Europa habrá un popurrí de etiquetas con los nuevos logotipos de los productos, tanto para los carburantes habituales (gasolina 95 y 98, gasóleo A y diésel) como para los nuevos (gas natural licuado, diésel sintético, etcétera). Así lo ha decidido la Comisión Europea, con objeto de tener en cuenta los carburantes alternativos que cada vez irán teniendo mayor participación en las ventas de las gasolineras. Lo que seguro no va a cambiar para bien es el alto precio del combustible; ese muy rara vez baja. No hace más que subir.