Faltando menos de un año para las elecciones municipales, ya se van teniendo noticias de los cabezas de lista de los diferentes partidos políticos en Córdoba. Hace unos meses conocimos que José María Bellido sería el alcaldable por el PP en las próximas elecciones. De la misma manera iremos conociendo quienes van a encabezar las listas de las formaciones políticas en nuestro municipio, PSOE, IU, Unidos Ganemos y Ciudadanos. Pues bien, una vez que cada partido tenga claro quién será su número 1, es decir, la persona que de salir su partido ganador en las elecciones, o ser la que más representación obtuviera y pactando con otras formaciones tuviera representación suficiente para gobernar, sería nombrado alcalde en nuestra ciudad.

Una vez nombrado el número 1 de la formación, viene la difícil tarea de elaborar la lista electoral. Me refiero a esa papeleta llena de nombres, 29 y 2 suplentes para más señas, que los vecinos del municipio cogemos para votar al partido político de nuestra elección, pues esos nombres de la papeleta que --todo hay que decirlo--, nadie lee, o al menos yo nunca lo he hecho, son las personas que nos representarán a los vecinos en el ayuntamiento de nuestra ciudad, ya sea dentro del gobierno municipal según el número de votos obtenidos por su formación (alcalde, concejales etc...) o los miembros de la oposición,

Ahora bien, ¿cómo se elabora esa lista?, ¿qué criterios se utilizan?, ¿existe legislación o normativa alguna al respecto?, ¿tienen que reunir algún requisito especifico los miembros de la citada lista?

Pues no, y ojo que para opositar para cualquier categoría del ayuntamiento hace falta una serie de requisitos (título profesional o universitario, tiempo de trabajo, cursos de formación...) años de estudio a ser posible con un preparador, competir con un gran número de candidatos y conseguir aprobarlas.

Sin embargo, para gobernar la ciudad, cada concejalía, delegación o área municipal, no existe título ni oposición ni requisito alguno.

Los candidatos de la lista son elegidos de entre los afiliados de cada partido, son nombrados por el cabeza de lista o junta directiva de la formación o por ambos. La verdad que al no existir criterios ni norma alguna son elegidos de manera discrecional.

Una vez expuesto todo lo anterior sería bueno que quien encabece cada formación en nuestra ciudad tuviera en cuenta que aquél o aquélla que gobierne lo hagan para todos los cordobeses y no solo para sus votantes o simpatizantes

Tener en cuenta un perfil tanto profesional como personal de cara a gestionar una concejalía o una delegación en un ayuntamiento como el de Córdoba, para asumir responsabilidades y las presiones de cada cargo tanto en el gobierno como en la oposición, para hacer trabajo de equipo y no individualismos o intereses propios.

Y aquellos afiliados que tienen auténtica «ansia viva» por formar parte de la lista para ostentar cargo, que no lo hagan solo para entrar en nómina del Consistorio, nómina que vamos a pagar el conjunto de los cordobeses.

Que tengan en cuenta que tanto en el gobierno como en la oposición, se trata de mejorar Córdoba, de hacerla más grande, más productiva, de facilitar la vida al ciudadano que para eso vota en las urnas a sus representantes, mejorar infraestructura, empleo, turismo, optimizando recursos, trabajando cada día por y para el ciudadano.

Que no se trata solo de actos, fotos, de tapas, aperitivos o cenas. Que hay que intentar mejorar la ciudad en su conjunto y no solo en aquellos sectores simpatizantes o afines al partido que gobierne.

Que para todo lo anterior hace falta formación, conocimientos, preparación, En pocas palabras: para saber mandar, hay que saber trabajar.

Espero que cada número 1 de su formación elabore la lista pensando en el conjunto de cordobeses y en nuestra ciudad y elijan a aquellas personas que sean capaces de trabajar de manera eficaz y eficiente, teniendo en cuenta que es un trabajo a dedicación completa, mucho sacrificio, aceptación de críticas propias y ajenas durante cuatro años.

Que no sean nombrados solo por simpatía o por disposición de tiempo para acudir a actos y celebraciones o por puro amiguismo.

Los partidos tienen que tener claro que no es lo mismo gobernar que hacer oposición.

Por decirlo de una manera artística haciendo referencia a seriales de televisión: que no es lo mismo La casa de la pradera que Juego de tronos.

* Licenciada en Ciencias del Trabajo