Hace unos días, un periodista me preguntaba por mi impresión personal sobre el anuncio de la buena marcha de las obras del Palacio de Congresos. Contesté que, por un lado, el hecho sería muy importante y fundamental para el turismo MICE y para la economía de la ciudad, y por otro, no podía ni debía olvidar los cinco años que, fundamentalmente por la inoperancia política, hemos perdido para estar situados dentro del ránking de las principales ciudades receptoras de turismo de negocios.

Durante estos años, el turismo MICE ha ido creciendo considerablemente y, según los datos que el Spain Convention Bureau y la Federación de Municipios y Provincias ofrecen sobre la medición del turismo de reuniones relativos al año 2016, éstos pueden dar luz acerca de lo que hemos perdido y, aún más importante, lo que podemos seguir perdiendo si no se hace una adecuada labor de promoción y captación del turismo de negocios:

El número total de participantes en reuniones en el año 2016 asciende a la cifra de 3.856.630 en 55 ciudades adscritas al Spain Convention Bureau. El número de reuniones nacionales ha aumentado un 52% y las internacionales un 23%. La duración media de las reuniones ha subido hasta los 2,40 días y el impacto económico total fue de 5.929.690.243,53 euros, siendo el 77% (4.563.673.887,42 euros) correspondiente a participantes y el 23% restante (1.366.016.356,11 euros) a los acompañantes.

He querido resaltar algunos datos relevantes del informe para que nos demos cuenta de las pérdidas tan importantes que nuestra ciudad está teniendo por el retraso de las obras, y ello podría verse agravado si «desde ya» no se acomete un plan urgente de promoción y captación de eventos en las principales ferias del sector y ante las instituciones y colectivos que tienen capacidad organizativa. Es evidente que si queremos estar en plenitud de rendimiento durante el año 2020, la estrategia de captación de eventos tendría que iniciarse de forma urgente, ya que la complejidad del proceso de comercialización es indudable.

En dicho proceso influyen, de manera muy directa, diversos factores que tenemos que tener en cuenta para conseguir unos óptimos resultados: En la mayoría de los casos, no hay una política de actuación conjunta y coordinada entre los diversos actores intervinientes. La naturaleza del segmento es muy heterogénea ya que tanto los promotores turísticos públicos, como privados y algunos suministradores de servicios, participan conjuntamente en el proceso de promoción y comercialización. Es un sector en el que se busca la rotación de los destinos, por lo que todas las ciudades optan a ser la ciudad elegida y por ello, el proyecto a presentar con la colaboración pública y privada, debe ser el más competitivo y atractivo.

Dado que en la presentación de una candidatura por parte de los destinos, juega un papel relevante la administración pública a través del Convention Bureau, el palacio de congresos y los agentes privados, como los OPC, la complejidad de la organización de los eventos corporativos exige la necesidad de colaboración estrecha y leal entre el sector privado y la administración, tema muy importante para conformar una oferta que sea competitiva frente al resto de las candidaturas.

Por todo lo anteriormente expuesto y a la vista de la complejidad de la captación de eventos y la competencia existente, hago un llamamiento urgente a instituciones públicas y privadas, para comenzar a ejecutar todas las acciones necesarias de promoción y captación, para no seguir sumando a nuestro débito congresual más tiempo de actuaciones y de gestiones inoperativas.

* Presidente Asociación Provincial de Empresas Organizadoras Profesionales de Congresos de Córdoba