La celebración del 50 aniversario como alumno del Colegio de los Maristas me da pie a reflexionar situado en la Córdoba de los años 60, desde el aire lejano y cercano de las vivencias, todas tan determinantes en las trayectorias vitales. También a aproximarme a la Córdoba de ahora desde la distancia que me han impuesto mis destinos profesionales. Mi generación, hoy ya en la tercera edad militante, ha sido testigo directo de cambios, de tránsitos, que han marcado el curso la historia: la democracia unida a la Unión Europea, la caída del muro de Berlín, el nuevo y decisivo papel de la mujer en el ámbito público y privado y la revolución tecnológica e informática, entre otros. Sin merma de la capacidad autocrítica tan necesaria en el ser humano, creo que nos hemos comprometido y colaborado con los nuevos valores de cultura, desde algunos mimbres que recibimos en la educación familiar, colegial y social de entonces. El sentido del deber, la significación de la familia y la lealtad y un poso de la espiritualidad enseñada, que se ha decantado con el paso del tiempo en comprensión hacia los demás y en el gozo del vivir. Lo aprendimos aquí, en esta ciudad única para la belleza y el pensamiento sereno sobre el que vuelvo mi mirada, ciudad forjada desde entonces por las cordobesas y cordobeses de todos los estratos sociales, edades y formas de entender la vida. Tal como la veo con una historia que la abre a toda España, a Europa y al mundo, universal sin perder su identidad, encuentro de culturas, con un sabio equilibrio entre la tradición y la apertura a nuevos mundos, luchadora por la igualdad de todos, por los más desfavorecidos . Esta tierra y ciudad humilde, que huye de las alharacas, olvidada sin sentirse víctima, necesita tomar conciencia de lo que aporta, de lo que aportamos los que estamos fuera y los que con tanto mérito y fortuna están en el vivir diario de sus calles. A partir de ahí surgirá con mayor intensidad aún su creatividad, sus propuestas y sus proyectos en todos los ámbitos. Córdoba, ciudad soñada que debe despertar y hacer realidad sus sueños.

* Fiscal de Seguridad Vial y antiguo alumno del Colegio de los Maristas de Córdoba