Año tras año la Mezquita-Catedral es elegida como el primer sitio de interés turístico de Europa y el tercero del mundo, según la primera red de viajeros del mundo. Si además conseguimos que Medina Azahara sea declarada Patrimonio de la Humanidad, Córdoba será la única ciudad del mundo con tal cantidad de reconocimientos de interés cultural universal. ¿Qué se está haciendo desde el equipo de Gobierno Municipal con este legado? Córdoba debería ser la plaza española perfecta para celebrar congresos, tener el AVE y dos aeropuertos internacionales a una hora y media nos permite competir en primera línea, ofreciendo como fortaleza un patrimonio cultural inigualable. Sin embargo y por la falta de equipamientos, desde agosto de 2013 no se celebra un congreso grande en nuestra ciudad.

El dinero que genera esta actividad está cifrado por CECO en 19 millones de euros al año, dinero muy repartido entre hostelería, restauración, comercio y servicios. Las obras del Palacio de Torrijos se atascaron por la mala gestión de la Junta de Andalucía con la empresa constructora. La adjudicación de estas obras la firmó Isabel Ambrosio siendo delegada de la Junta, pese a que fue avisada por los técnicos de baja temeraria.

Cuatro años después y gracias al ultimátum de empresarios y sindicatos, la Junta accedió a realizar una primera fase para 2018, dejando en el aire la terminación del proyecto completo.

El año que viene, en el mejor de los casos, tendremos un palacio de congresos a medio terminar y con la mitad de capacidad prevista. La contratación de estos eventos necesita años de anticipación, por lo podría darse el triste caso de que en los cuatro años del mandato de Ambrosio no se celebrase un solo congreso grande en la ciudad.

La alcaldesa se olvida de que los cordobeses pagamos impuestos como el resto de los andaluces y requerimos inversiones para infraestructuras completas, no parciales.

El Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones del Parque Joyero está bloqueado por la gestión del equipo municipal que ha sustituido el diálogo y la búsqueda de soluciones por aparcar en los juzgados otro proyecto generador de desarrollo económico.

Parece mentira que, siendo España el tercer destino turístico del mundo, una ciudad como la nuestra esté detrás de ciudades como Gijón o Valladolid en criterios de competitividad turística.

Pedro García anuncia que va a montar una mesa para definir cómo aplicar una tasa turística a nuestros turistas. Siguiendo el criterio de moda turismofóbico de la izquierda, quiere que los hoteleros recauden para el Ayuntamiento un impuesto que cobre al viajero un extra por hacer noche en nuestra ciudad. Castigar al visitante que decida dormir en Córdoba en vez de hacerlo en otra ciudad vecina es contrario al sentido común.

Todo para recaudar unos euros que seguramente serán malgastados en fiestas venezolanas y quedadas revolucionarias.

Y el tiempo pasa y la mala gestión va dañando a nuestra querida ciudad, y si no que se lo pregunten a los hosteleros que han tenido que despedir a parte de sus empleados por la persecución de los veladores. Córdoba no se merece este gobierno municipal y, además, no se lo puede permitir.

* Concejal del PP en el Ayuntamiento de Córdoba